L D (EFE) Poco después de conocerse el encargo, Prodi dijo que espera retirar esa "reserva", es decir que habrá logrado formar Ejecutivo, este miércoles por la mañana. Aseguró también que su Gobierno será "equilibrado y sólido" y garantizó que esta noche concluirá la lista de ministros.
Ya antes de conocerse la noticia, el líder de la Unión, que ganó las elecciones del pasado 11 de abril, había desarrollado hoy una frenética actividad para tener a punto el Gobierno. Antes del encargo de Gobierno, Prodi ya se había reunido en una ocasión con Napolitano en un "largo y cordial coloquio", según el primero. "Hemos examinado los problemas importantes de la política, tanto los internos para construir una política que ayude a Italia a salir de los momentos de dificultad, como los de política exterior, que estará fundada en una Europa cada vez más cohesionada y fuerte", explicó Prodi al terminar su primera entrevista con el presidente.
También dijo que había asegurado a Napolitano que su coalición, compuesta por 16 partidos, "está fuerte y ha afrontado en estos días pruebas complejas como las elecciones de los presidentes de las Cámaras y de la República". "Esa misma cohesión es la que tiene (la coalición) para construir un Ejecutivo y un programa de Gobierno", añadió Prodi.
El líder del centroizquierda mantuvo además varios encuentros con numerosos políticos, miembros de la coalición, con los que ha despachado la configuración del próximo Gobierno. Entre los que vieron a Prodi este martes figura el líder de la formación centrista La Margarita, Francesco Rutelli, la representante de los radicales reunidos en la Rosa en el Puño, Emma Bonino; y el propio Fassino. Esos nombres, junto con los de otros viejos conocidos de la política italiana, como Giuliano Amato o Massimo D'Alema, suelen ser recurrentes en las quinielas que los medios de comunicación hacen estos días acerca de las carteras ministeriales.
Pero conjugar los intereses de todos los partidos que conforman la Unión no parece fácil y así las reuniones se suceden, tanto con Prodi, como entre las direcciones de los partidos. Entre los que han expresado algún malestar por cómo Prodi lleva a cabo sus consultas figura Olivero Diliberto, líder del comunista PDCI, quien además se ha opuesto a la candidatura de la radical Emma Bonino al Ministerio de Defensa, por haber estado a favor de la guerra de Irak.
El presidente Napolitano también tuvo una actividad frenética al recibir antes que a Prodi al aún primer ministro en funciones, Silvio Berlusconi, a los presidentes del Senado, Franco Marini, y del Congreso, Fausto Bertinotti. Al terminar su encuentro con Napolitano, Berlusconi dijo que la suya "no será una oposición ciega, sino responsable", como dijo le gustaría que "fueran las acciones del próximo Gobierno".
Berlusconi reconoció que se había quejado ante Napolitano de que, a su juicio, las máximas instituciones del Estado se habían cubierto sin la opinión de la oposición que él representa. "Hemos expresado nuestra más viva preocupación por la exclusión de las instituciones más importantes de los representantes de la mitad de los italianos", dijo Berlusconi a los periodistas.
Además, Napolitano también se ha reunido con los anteriores presidentes de la República: su antecesor Carlo Azeglio Ciampi, que ha vuelto así al Quirinale un día después de abandonar ese mismo cargo; Oscar Luigie Scalfaro, y Francesco Cossiga.
Ya antes de conocerse la noticia, el líder de la Unión, que ganó las elecciones del pasado 11 de abril, había desarrollado hoy una frenética actividad para tener a punto el Gobierno. Antes del encargo de Gobierno, Prodi ya se había reunido en una ocasión con Napolitano en un "largo y cordial coloquio", según el primero. "Hemos examinado los problemas importantes de la política, tanto los internos para construir una política que ayude a Italia a salir de los momentos de dificultad, como los de política exterior, que estará fundada en una Europa cada vez más cohesionada y fuerte", explicó Prodi al terminar su primera entrevista con el presidente.
También dijo que había asegurado a Napolitano que su coalición, compuesta por 16 partidos, "está fuerte y ha afrontado en estos días pruebas complejas como las elecciones de los presidentes de las Cámaras y de la República". "Esa misma cohesión es la que tiene (la coalición) para construir un Ejecutivo y un programa de Gobierno", añadió Prodi.
El líder del centroizquierda mantuvo además varios encuentros con numerosos políticos, miembros de la coalición, con los que ha despachado la configuración del próximo Gobierno. Entre los que vieron a Prodi este martes figura el líder de la formación centrista La Margarita, Francesco Rutelli, la representante de los radicales reunidos en la Rosa en el Puño, Emma Bonino; y el propio Fassino. Esos nombres, junto con los de otros viejos conocidos de la política italiana, como Giuliano Amato o Massimo D'Alema, suelen ser recurrentes en las quinielas que los medios de comunicación hacen estos días acerca de las carteras ministeriales.
Pero conjugar los intereses de todos los partidos que conforman la Unión no parece fácil y así las reuniones se suceden, tanto con Prodi, como entre las direcciones de los partidos. Entre los que han expresado algún malestar por cómo Prodi lleva a cabo sus consultas figura Olivero Diliberto, líder del comunista PDCI, quien además se ha opuesto a la candidatura de la radical Emma Bonino al Ministerio de Defensa, por haber estado a favor de la guerra de Irak.
El presidente Napolitano también tuvo una actividad frenética al recibir antes que a Prodi al aún primer ministro en funciones, Silvio Berlusconi, a los presidentes del Senado, Franco Marini, y del Congreso, Fausto Bertinotti. Al terminar su encuentro con Napolitano, Berlusconi dijo que la suya "no será una oposición ciega, sino responsable", como dijo le gustaría que "fueran las acciones del próximo Gobierno".
Berlusconi reconoció que se había quejado ante Napolitano de que, a su juicio, las máximas instituciones del Estado se habían cubierto sin la opinión de la oposición que él representa. "Hemos expresado nuestra más viva preocupación por la exclusión de las instituciones más importantes de los representantes de la mitad de los italianos", dijo Berlusconi a los periodistas.
Además, Napolitano también se ha reunido con los anteriores presidentes de la República: su antecesor Carlo Azeglio Ciampi, que ha vuelto así al Quirinale un día después de abandonar ese mismo cargo; Oscar Luigie Scalfaro, y Francesco Cossiga.