L D (Agencias) Recep Tayyip Erdogan mostró su verdadero rostro islamista, al abandonar un debate en el Foro de Davos sobre la situación en Gaza, tras un duro enfrentamiento con el presidente de Israel, Simon Peres, que acusó a Hamas de las muertes de los civiles palestinos. Peres tuvo que alzar la voz ante las constantes interrupciones y provocaciones del islamista Erdogan. Una imagen que nada tiene que ver con esos actos propagandísticos junto a Zapatero en los que hablan del "diálogo" y el "respeto mutuo".
El debate, en el que también intervenían el secretario general de la ONU y el secretario general de la Liga Árabe, Amro Musa, transcurría pacíficamente hasta que Peres recordó que fueron los terroristas islamistas de Hamas quienes rompieron el alto el fuego con el lanzamiento de cohetes sobre Israel.
Peres que se vio obligado a alzar la voz, ante la actitud del islamista Erdogan, negó que Israel no hubiera permitido la entrada de ayuda humanitaria a Gaza durante la ofensiva, pues, afirmó "yo mismo supervisaba cada día la lista de necesidades". Además de recordar obviedades como que son Hamas, y los países árabes que le apoyan quienes están interesados en la perpetuación del conflicto en la región.
"No volveré más a Davos", afirmó Erdogan antes de levantarse, tras advertir que no iba a levantar la voz para exponer sus opiniones por respeto a la avanzada edad de Peres. El dirigente turco negó incluso que la ofensiva israelí fuese una respuesta al lanzamiento de cohetes de Hamas contra Israel, pues según él los terroristas no lanzaron un solo cohete e "Israel transformó Gaza en una enorme cárcel al aire libre, donde ni siquiera podía entrar una caja de tomates". Dijo que en ese periodo anterior a la ofensiva, 24 palestinos murieron por disparos del ejército israelí.
Amro Musa también acusó a Israel en su intervención de haber impedido la entrada de alimentos y ayuda a Gaza durante meses, y resaltó que "el principal problema es la ocupación israelí, los asentamientos, las barreras". Y ambos criticaron el hecho de que se exigiera a los palestinos celebrar elecciones y cuando Hamas ganó se le declarase irrelevante.