LD (EFE) Tras una tensa jornada de negociaciones a contrarreloj, el presidente de la Asamblea Nacional, Hachem Al Hasani, se vio obligado a anunciar que ante la falta de consenso entre los líderes iraquíes se prorroga hasta el 22 de agosto la entrega del borrador de la nueva Constitución. La decisión coincidió con un una nueva jornada sangrienta en Irak, en la que al menos 15 personas murieron y 47 resultaron heridas en distintos atentados en diferentes puntos del país.
La decisión obligó que los legisladores aprobaran, apresuradamente, una enmienda a la Ley de la Administración del Estado. El nuevo texto se limita a cambiar la fecha que aparecía en el artículo 61 de la ley de Administración, consensuada hace un año, sustituyendo el 15 de agosto por el 22. La medida deberá ser ahora ratificada por el cuerpo presidencial integrado por el presidente y los dos vicepresidentes.
A la reunión acudieron 237 de los 275 parlamentarios, además del presidente del país, Yalal Talabani, los dos vicepresidentes, Adel Abd al-Mahdi y Radi Al Yahwuar, y primer ministro, Ibahim al-Yafari. Esas cuatro autoridades comunicaron a la Cámara que la comisión electoral no había conseguido consensuar el borrador constitucional, pese a los grandes esfuerzos realizados por los líderes de las distintas comunidades.
Fuentes cercanas a la reunión indicaron, por su parte, que las agudas discrepancias acerca de la división federal del Estado, el papel del Islam en el futuro Irak y el reparto de las riquezas petroleras han sido los principales puntos de fricción que han impedido lograr un consenso a tiempo. Los chiíes religiosos exigen la formación de una región federal para el sur del país mientras que los kurdos demandan lo mismo en el norte, pero piden además que tras ocho años puedan tener derecho a la autodeterminación. A ello se oponen los suníes, que consideran que es el primer paso para la desmembración de Irak.