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Francia, semiparalizada por la huelga de transportes

Los sindicatos de transporte de Francia y la compañía pública de ferrocarriles, la SNCF, han informado que el país se encuentra semiparalizado a causa del paro convocado en protesta por la intención del Gobierno del presidente Nicolas Sarkozy, de reformar el modelo de acceso a la jubilación de varias categorías laborales. Los medios de comunicación aseguran que en París y en las veintisiete localidades en las que el paro estaba convocado, los usuarios no han podido tomar el tren de cercanías, el metro o los autobuses. Incluso, es difícil coger un taxi.

Los sindicatos de transporte de Francia y la compañía pública de ferrocarriles, la SNCF, han informado que el país se encuentra semiparalizado a causa del paro convocado en protesta por la intención del Gobierno del presidente Nicolas Sarkozy, de reformar el modelo de acceso a la jubilación de varias categorías laborales. Los medios de comunicación aseguran que en París y en las veintisiete localidades en las que el paro estaba convocado, los usuarios no han podido tomar el tren de cercanías, el metro o los autobuses. Incluso, es difícil coger un taxi.
LD (Agencias) La huelga de transportes convocada por diversos sindicatos franceses está siendo seguida de manera amplia. Las centrales han convocado este paro en protesta por la intención del Gobierno de reformar el modelo de acceso a la jubilación de varias categorías laborales, como los empleados de empresas de transporte, de la energía y los secretarios de notarías.
 
Los sindicatos habían anticipado que la huelga tendría una fuerte repercusión. El paro comenzó a las 20.00 hora local de este miércoles  y se prolongará hasta las 8.00 hora local de este viernes. A primeras hora de la mañana de este jueves, en el momento más complicado por el acceso al trabajo de millones de franceses, la huelga afectaba, cuando no paralizaba, los transportes públicos en las veintisiete localidades en las que estaba convocada.
 
La compañía pública de ferrocarriles, la SNCF, esperaba cumplir las previsiones, que como mucho suponen prestar 46 de los setecientos servicios del tren de alta velocidad y apenas unos cuantos para unir París con Londres, Bruselas, Amsterdam y Colonia. Las líneas regionales de trenes también están muy afectadas por la convocatoria sindical.
 
La situación es más complicada en París, donde, con excepción de una línea de metro automática, el resto funciona de manera reducida, con un tercio del servicio en el mejor de los casos. En la capital francesa sólo funcionan uno de cada diez autobuses, mientras que el tráfico de automóviles en la región es el doble que en un día normal, según la Policía, que ha informado de numerosos atascos. Además, numerosos ciudadanos han recurrido a la bicicleta como medio alternativo dentro de la ciudad.
 
El Gobierno, que ya ha admitido que la huelga provocará una fuerte alteración del servicio, mantiene no obstante su voluntad de modificar el régimen especial de cotización de algunas profesiones, que para obtener una pensión deberán pasar de cotizar 37,5 años a cuarenta. Esa medida afecta a 1,6 millones de personas (1,1 millones de jubilados y 500.000 trabajadores en activo) en la compañía de ferrocarriles SNCF, la red de transporte urbano de París RATP, las empresas de energía "Electricité de France" y "Gaz de France" y los secretarios de notarías. Quedan fuera de esa reforma los mineros y marineros, que también forman parte de esos regímenes especiales.

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