LD (EFE) Los trabajadores extranjeros de los grupos humanitarios internacionales se encuentran concentrados en sus hoteles y residencias, protegidos por la Policía, que también ha tomado medidas para garantizar la seguridad de sus oficinas, después de haber recibido amenazas de eventuales atentados suicidas por parte de simpatizantes del derrocado régimen talibán.
Las autoridades paquistaníes advirtieron a esas organizaciones que los talibanes, que supuestamente se refugian en la zona montañosa fronteriza con Afganistán, planeaban atentados suicidas contra los trabajadores humanitarios extranjeros, en especial estadounidenses y británicos.
La Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), que gestiona varios campos de refugiados afganos en Baluchistán, ha suspendido temporalmente sus actividades en la provincia, recalcó el portavoz de la ONU desde Quetta, la capital de la provincia.
