LD (EFE) Los mandos militares israelíes han ordenado que decenas de tanques, vehículos blindados, excavadoras militares y soldados se mantengan en los extramuros de la ciudad de Rafah y del campamento de refugiados palestinos, tras completarse la evacuación del grueso de las fuerzas. Además, el Ejército israelí cerró los pasos fronterizos entre la franja de Gaza y Egipto.
El jefe de la división militar de servicio, el brigadier general Shmuel Zakai, declaró a la radio pública que la "Operación Arco Iris sobre las nubes", que se prolongó durante una semana, logró sus objetivos, pero otras fuentes militares lo negaron. Esos últimos oficiales, citados por el periódico independiente israelí Haaretz, señalaban que las fuerzas pueden regresar en breve a Rafah, ciudad con una población de alrededor de 165.000 habitantes.
El objetivo oficial de la operación, lanzada hace ocho días tras la muerte de trece soldados israelíes, era "destruir la infraestructura terrorista", en alusión a los túneles utilizados por las organizaciones terroristas palestinas para el tráfico de armas desde Egipto. Los mandos señalan que los palestinos obtienen por esos conductos proyectiles "Katyusha" que miembros de Hezbolá almacena en el Sinaí egipcio. Un ex contrabandista palestino, citado por el Haaretz, admitió que las operaciones israelíes y las medidas adoptadas por las autoridades egipcias dificultan el contrabando. Según fuentes del Gobierno israelí, Egipto estaría dispuesto a intervenir activamente para impedir el contrabando de armas, entre otras mercancías, que reporta grandes ganancias para los propietarios de los túneles que pasan por debajo del llamado "corredor Filadelfia".
