
L D (EFE) "Me dijeron que me dejarían ir si cooperaba. Vivía en un entorno amenazante, bajo su control, y quería volver viva a casa. Accedí", dice Carroll, de 28 años, en la nota remitida al Christian Science Monitor. Asimismo, asegura que no pudo hablar con libertad en la entrevista que concedió a Bagdad Television por el temor que sentía a que los terroristas emprendieran acciones de represalia. "Por miedo dije que no había sido amenazada. De hecho, me amenazaron muchas veces".
Carroll calificó su experiencia de "horrorosa" y recordó el asesinato de Alan Enwiya, su traductor, a manos de sus captores. "Estaba, y sigo estando, profundamente enfadada con la gente que hizo esto".
Por lo demás, la periodista niega que se negara a viajar y a cooperar con las fuerzas de EEUU o a hablar con las autoridades iraquíes sobre su cautiverio, como se ha dicho en algunos medios.
Por otra parte, Richard Bergenheim, director del Christian Science Monitor, reiteró que ni el diario, ni la familia de Carroll ni el Gobierno de EEUU "negociaron o pagaron un rescate" por la liberación de la periodista.
Carroll regresó este domingo a Boston en un vuelo procedente de Alemania. Según algunos de los colegas que le acompañaron en el trayecto, se encontraba "animada" y con "muchas ganas" de reencontrarse con su familia.
