El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, rechazó "drásticamente" ante el pleno de la Eurocámara la comparación entre España y Zimbabue realizada por la eurodiputada del Partido por la Independencia de Reino Unido (UKIP), Marta Andreasen, por los abusos urbanísticos que han afectado a los ciudadanos británicos en la costa española y defendió que España es un Estado de derecho en el que se respetan las leyes.
"No puedo asumir, como presidente del Gobierno de España, la comparación que se ha hecho o que se ha pretendido hacer aquí por una representante de un grupo político determinado desde Gran Bretaña citando textualmente a Zimbabue. No lo puedo admitir bajo ningún concepto. Es inasumible. No lo acepto. Lo rechazo drásticamente", dijo Zapatero en respuesta a Andreasen durante su comparecencia ante el Parlamento para presentar los resultados de la presidencia española.
La representante del UKIP le espetó a Zapatero que en su circunscripción hay temores a que la situación en España sea "similar" a la que sufrieron los británicos en Zimbabue con el régimen del general Mugabe por el "riesgo de confiscación" de casas de ciudadanos británicos en lugares como Andalucía. Y se preguntó por qué se les da este trato en un país "amigo y europeo".
La situación que se está produciendo es una violación de Derechos Humanos, amén de ser un componente importante de la crisis que vive España. ¿Espera usted que esta Unión Europea venga al rescate de un país donde esta violación continúa produciéndose sin que el Gobierno central se decida a intervenir?", le preguntó Andreasen en español
"Mi país es un Estado de Derecho que respeta y hace respetar las leyes y, en la aplicación de las leyes, son los tribunales los que tienen que aplicar esa ley", le respondió el presidente del Gobierno.
"Somos los primeros que nos sentimos cerca de las personas, en este caso británicos, que hayan podido ser objeto de estafa por algún depredador del sector inmobiliario. Y en ese sentido estamos trabajando en el Parlamento Europeo y con los grupos parlamentarios y trabajaremos y haremos todo lo que esté en nuestras manos", dijo Zapatero.
El presidente del Gobierno señaló además que la propia Eurocámara "ha exigido a España en más de una ocasión la protección medioambiental de su litoral". Por ello, defendió la necesidad de aplicar la ley de costas para "proteger frente a la vorágine inmobiliaria" y combatir los abusos que puedan afectar a espacios naturales". El pleno de la Eurocámara amenazó el año pasado a España con congelar las ayudas europeas si no se resuelven los abusos urbanísticos denunciados en Bruselas.
"La presidencia española, como Torres en el Mundial: muchas expectativas, pero no se cumplen"
El hemiciclo de la Eurocámara presentaba un aspecto bastante esclarecedor: Diputados españoles, y un gran séquito del Gobierno español, junto al presidente Zapatero, al que le tocaba hacer balance de su presidencia europea frente a los escaños vacíos del resto de diputados europeos.
Tras un soporífero discurso del presidente español, en el que se ha limitado a enumerar los logros alcanzados: "Hemos generado en este periodo resultados de gran calado. Se ha producido un avance sustancial en el gobierno económico. La prueba más evidente es que se han puesto en marcha nuevos instrumentos de cooperación para afrontar situaciones de dificultad, hasta ahora inéditos en la Unión", dijo Zapatero.
Para presentar sus siempre optimistas resultados, citó expresamente el mecanismo de 110.000 millones de euros para asistir a Grecia y el fondo de rescate de 750.000 millones de euros para evitar el contagio a España y Portugal.
Pero la nota de color y mundialista, la han puesto los escasos eurodiputados presentes en la Cámara. Particularmente el alemán, Alexander Lambsdorff, que sintetizó así la presidencia rotatoria: "Como Torres en el mundial: muchas expectativas, pero no se cumplen" atizó. "En la política económica la Presidencia española se había propuesto un programa muy ambicioso (...), pero el resultado tengo que decir que decepciona", señaló. El ámbito de las relaciones exteriores no se ha librado de sus críticas: destacó la suspensión de las previstas cumbres con Estados Unidos y con los países del Mediterráneo.
Otros, como el conservador italiano Mario Mauro, brindaron a la selección española de fútbol los piropos que no tienen para el papel de Zapatero al frente de la UE. "Este año España es una gran España: la de Del Bosque, Casillas... Pero no la suya, señor Zapatero", le dijo el eurodiputado al presidente del Gobierno.
Zapatero, en su turno de respuestas ante las mencionadas críticas, no dejó de lado el debate futbolero, y dijo confiar, "con toda la humildad", en que el resultado de este miércoles entre España y Alemania "sea en favor de la creatividad" y permita "un día de alegría para los españoles".
En cualquier caso, gane quien gane, "al final todo quedará en Europa, lo que siempre es una satisfacción", bromeó Zapatero.
Los diputados españoles tampoco aprueban a Zapatero
Por su parte, los eurodiputados españoles tampoco le han ido a la zaga en críticas a este semestre a sus compañeros europeos. Izaskun Bilbao, del PNV ha tildado como "nulos" los resultados que Zapatero auguraba conseguir: "Liderar estos proyectos requiere prestigio, capacidad y reconocimiento y en este contexto la presidencia española ha estado limitada por los pésimos datos de España y los constantes rumores sobre su solvencia y el déficit de sus cuentas públicas", ha dicho. Además, Bilbao ha achacado a "la improvisación y las prisas por vender una foto" los problemas en la tramitación de "buenas ideas como la orden europea de protección".
Jaime Mayor Oreja también guardaba munición contundente contra la presidencia. Aseguró, al hilo del coche eléctrico, que su gobierno económico " no estaba en condiciones de liderar la gestión de las soluciones, porque se ha convertido en parte del problema".
La única salvedad en las críticas ha sido Durao Barroso, y el capote que ha intentado echarle al presidente español. "Hoy quiero rendir homenaje a España y a su presidencia del Consejo, que ha sido muy positiva y acertada y que ha tenido lugar en un contexto difícil y muy especial", decía el presidente de la Comisión Europea.