"Hasta que no se logre un acuerdo pacífico, la UE estará preparada para tomar nuevas medidas restrictivas que estén dirigidas a aquellos miembros del Gobierno de facto que parecen estar bloqueando los progresos para llegar a una solución negociada basada en el Acuerdo de San José", indica la declaración.
Los ministros aprobaron el texto sin debate durante el Consejo que celebran este martes en Bruselas, un gesto que podría llevar a la UE a endurecer aún más las acciones que ya ha emprendido hacia ese país desde que se produjo la expulsión del país de Manuel Zelaya a finales de junio. El Consejo encomienda a sus organismos pertinentes "comenzar el trabajo preparatorio necesario".
En su declaración, la UE vuelve a manifestar su total apoyo a los esfuerzos de la Organización de Estados Americanos (OEA) para lograr una solución al conflicto, así como a las labores de mediación entre las partes del presidente de Costa Rica, Óscar Arias. En ese sentido, reafirma su apoyo al Acuerdo de San José propuesto por Arias, que prevé la formación de un Gobierno de unidad encabezado por Zelaya, el adelanto de elecciones, una amnistía para los delitos políticos, la renuncia a reformar la Constitución y la creación de una comisión de la verdad. En especial, el Consejo subraya la importancia de esa comisión, así como su "imparcialidad".
Los ministros afirman que seguirán restringiendo los contactos a nivel político con los representantes del Gobierno de Micheletti. A raíz de la expulsión de Zelaya, el bloque europeo ya decidió limitar los contactos con el Ejecutivo que encabeza Micheletti y congelar las ayudas al presupuesto de Honduras, que ascienden a 65,5 millones de euros. Por otra parte, acordó suspender las negociaciones para un acuerdo de asociación con Centroamérica, con la esperanza de retomarlas lo antes posible.
También se han paralizado algunas ayudas comunitarias al desarrollo, como demuestra la exclusión de Honduras de la firma de una ampliación de fondos para llevar a cabo proyectos de energía solar en algunas de las comunidades más pobres de varios países de Latinoamérica, en el marco del programa "Euro-Solar".
