
LD (EFE) Las primeras informaciones sobre el transporte público en las grandes ciudades francesas, afectadas por la huelga convocada por los sindicatos, reflejaban que el paro no provocaba excesivos problemas a los ciudadanos. En el área metropolitana de París, según la entidad gestora RATP, el tráfico era "completamente normal" en la red de cercanías, en el metro, en los tranvías y en los autobuses. La única excepción era la línea B de los cercanías -con un tren de cada dos en funcionamiento-, la que conecta la capital francesa con sus dos aeropuertos.
Fuera de París, la situación sí era más complicada en Marsella, donde una de las dos líneas del metro estaba completamente cerrada y sólo estaba garantizado el servicio en el treinta por ciento de las líneas de autobús. La tercera ciudad del país, Lyon, se encontraba en una situación de transporte urbano "ligeramente" afectado por la protesta, con un 82 por ciento de los convoyes del metro y un 64 por ciento de los autobuses en servicio, según la compañía TLC.
La huelga también tenía ciertas repercusiones en los vuelos comerciales, ya que están llamados a la protesta los controladores aéreos y los trabajadores de la aerolínea Air France. La Dirección General de la Aviación Civil (DGAC) afirmó que a primeras horas de la mañana no había huelguistas entre los controladores aéreos de los dos aeropuertos de la capital francesa, aunque sí algunos retrasos en el de Orly atribuidos a regulaciones del tráfico.
