
L D (EFE) El evento, realizado en el Zócalo de la Ciudad de México, es interpretado por los analistas políticos locales como un claro desafío al mandatario electo, Felipe Calderón, que tomará posesión el 1 de diciembre.
El ex candidato del PRD mantiene que en los comicios del dos de julio se cometió un fraude a favor de Calderón, que fue declarado oficialmente ganador con un margen de 0,56 puntos porcentuales. López Obrador ha convocado a "más de un millón" de sus seguidores a la plaza capitalina donde espera hacer el "juramento solemne".
Tras el acto, el líder de izquierda encabezó una Convención Nacional Democrática para delinear las bases de una "nueva república" y las futuras acciones de "resistencia civil pacífica" y de oposición a Calderón, cuyo triunfo electoral desconoce y a quien considera un "presidente espurio".
El perredista fue "elegido" "presidente legítimo" en septiembre pasado, cuando miles de sus seguidores que asistieron en el Zócalo a una Convención Nacional lo "proclamaron" como tal a mano alzada y rechazaron "la imposición de Calderón". Obrador ya nombró al "gabinete" de su "Gobierno alterno", el cual tendrá sede en Ciudad de México, aunque irá a otras regiones, y se financiará con donaciones de los militantes de la izquierda. Algunos comentaristas locales señalan que la "posesión" del ex candidato izquierdista tendrá un carácter "meramente simbólico, sin fuerza legal", aunque otros opinan que representará un "abierto" desafío a Calderón, a Fox, y al orden institucional.
