L D (EFE) "Sólo saliendo a la calle se puede derrotar a un dictador como Lukashenko. Solidaridad pedía elecciones libres, igual que nosotros", afirma Milinkiévich, activista político y físico de formación, admirador del legendario sindicato anticomunista encabezado por el Nobel de la Paz Lech Walesa, que posteriormente llegaría a conquistar la presidencia de Polonia.
Milinkiévich, de 58 años, el primer líder de la oposición bielorrusa que cuenta con el apoyo de todas las formaciones democráticas desde la independencia del país (1991), es visto por Occidente como la única alternativa al "autoritario" Lukashenko, en el poder desde 1994.
Cuatro candidatos pugnarán por la Presidencia, aunque sólo Lukashenko y Milinkiévich tienen opciones de victoria, según los sondeos independientes.
"Aunque perdamos, ya hemos ganado. Lukashenko nos teme, por eso las elecciones no serán legales. Todo el mundo será testigo de que el actual Gobierno no es capaz de organizar unos comicios libres. La gente ya ha empezado a protestar", asegura.
El líder de los demócratas bielorrusos dijo a EFE que en la capital, Minsk, el porcentaje de intención de voto en su favor es del 41 por ciento, mientras que Lukashenko apenas supera el 20 por ciento.
"Un 27 por ciento de los bielorrusos estaría dispuesto a votar por mi candidatura", sostiene. Esta cifra que contrasta con el 5 por ciento que le conceden los sondeos oficiales, frente a un 75 por ciento para el presidente.
A diferencia de Lukashenko, cuya figura monopoliza los medios de comunicación oficiales, Milinkiévich sólo dispone de dos intervenciones de media hora en la televisión y la radio públicas para presentar su programa a los casi 7 millones de electores.
Milinkiévich agradeció las últimas declaraciones de la Unión Europea, en las que advertía a Lukashenko de "graves consecuencias" en caso de que las elecciones no sean "limpias".
No obstante, insistió que no es partidario de las sanciones, ya que la principal víctima es el pueblo, "que vive en la más absoluta ignorancia y aislado del exterior".
Milinkiévich, de 58 años, el primer líder de la oposición bielorrusa que cuenta con el apoyo de todas las formaciones democráticas desde la independencia del país (1991), es visto por Occidente como la única alternativa al "autoritario" Lukashenko, en el poder desde 1994.
Cuatro candidatos pugnarán por la Presidencia, aunque sólo Lukashenko y Milinkiévich tienen opciones de victoria, según los sondeos independientes.
"Aunque perdamos, ya hemos ganado. Lukashenko nos teme, por eso las elecciones no serán legales. Todo el mundo será testigo de que el actual Gobierno no es capaz de organizar unos comicios libres. La gente ya ha empezado a protestar", asegura.
El líder de los demócratas bielorrusos dijo a EFE que en la capital, Minsk, el porcentaje de intención de voto en su favor es del 41 por ciento, mientras que Lukashenko apenas supera el 20 por ciento.
"Un 27 por ciento de los bielorrusos estaría dispuesto a votar por mi candidatura", sostiene. Esta cifra que contrasta con el 5 por ciento que le conceden los sondeos oficiales, frente a un 75 por ciento para el presidente.
A diferencia de Lukashenko, cuya figura monopoliza los medios de comunicación oficiales, Milinkiévich sólo dispone de dos intervenciones de media hora en la televisión y la radio públicas para presentar su programa a los casi 7 millones de electores.
Milinkiévich agradeció las últimas declaraciones de la Unión Europea, en las que advertía a Lukashenko de "graves consecuencias" en caso de que las elecciones no sean "limpias".
No obstante, insistió que no es partidario de las sanciones, ya que la principal víctima es el pueblo, "que vive en la más absoluta ignorancia y aislado del exterior".