L D (EFE) La televisión qatarí Al-Yazira ha difundido un nuevo comunicado de los terroristas el mismo día en que vence el plazo de su amenaza de asesinar a los tres italianos Maurizo Agliana, Umberto Cupertino y Salvatore Stefio. Según Al-Yazira, los secuestradores "no harán daño" a los rehenes si el Gobierno del primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, presiona en favor de la liberación de presos iraquíes en manos de las facciones kurdas que controlan el norte del país.
En anteriores comunicados, los terroristas, pertenecientes a las autodenominadas "Brigadas Verdes de Mahoma", chantajeaban al Gobierno italiano para que retirara sus tropas italianas de Irak (unos 2.700 efectivos desplegados en Nasiriya) y, posteriormente, que los italianos se manifestaran en las calles de Roma contra la guerra. El pasado jueves unos 5.000 italianos marcharon por las calles de Roma, hacia el Vaticano, para pedir la liberación de los tres rehenes aún con vida. Un cuarto rehén, Fabrizio Quatttrocchi, fue asesinado por sus captores el pasado día 14.
Los cuatro rehenes, que fueron secuestrados el 12 de abril, trabajaban para una compañía privada de seguridad estadounidense. En el último comunicado, los secuestradores expresan su "satisfacción" por la reacción de los ciudadanos italianos, en una velada referencia a la manifestación romana del jueves, que fue organizada por los familiares de las víctimas y estuvo apoyada por grupos pacifistas italianos.
En anteriores comunicados, los terroristas, pertenecientes a las autodenominadas "Brigadas Verdes de Mahoma", chantajeaban al Gobierno italiano para que retirara sus tropas italianas de Irak (unos 2.700 efectivos desplegados en Nasiriya) y, posteriormente, que los italianos se manifestaran en las calles de Roma contra la guerra. El pasado jueves unos 5.000 italianos marcharon por las calles de Roma, hacia el Vaticano, para pedir la liberación de los tres rehenes aún con vida. Un cuarto rehén, Fabrizio Quatttrocchi, fue asesinado por sus captores el pasado día 14.
Los cuatro rehenes, que fueron secuestrados el 12 de abril, trabajaban para una compañía privada de seguridad estadounidense. En el último comunicado, los secuestradores expresan su "satisfacción" por la reacción de los ciudadanos italianos, en una velada referencia a la manifestación romana del jueves, que fue organizada por los familiares de las víctimas y estuvo apoyada por grupos pacifistas italianos.