L D (Agencias) El presidente de Bolivia, Carlos Mesa, presentó su renuncia al cargo tras viente meses de Gobierno y afirmó que "el país se está desmoronando". En un mensaje a la nación, el mandatario aseguró que no abandonará el país y que se mantendrá a la cabeza del Gobierno hasta que el Congreso de los Diputados decida su sucesor. Este lunes se registró en La Paz la mayor protesta de los últimos meses, protagonizada por habitantes de la cercana ciudad de El Alto, así como por campesinos, maestros y mineros.
En tanto, el presidente del Congreso, Hormando Vaca Díez no se refirió a la sucesión presidencial, que recae primero en su persona y después en los presidentes de la Cámara de Diputados, Mario Cossio, y de la Corte Suprema de Justicia, Eduardo Rodríguez, el único de los tres que puede convocar a elecciones generales. Vaca Díez dijo ser consciente "del muy difícil momento que vive el país" y expresó sus "convicciones íntimas" en la democracia y en la necesidad de lograr una salida constitucional al conflicto.
El legislador Vaca Díez manifestó que para reinstalar el Congreso Nacional, que suspendió temporalmente sus sesiones el pasado 19 de mayo, se requiere "un escenario no solamente de garantía para los congresistas sino de garantía de los bolivianos para que la decisión del Congreso sea una decisión no sujeta a presión de ningún tipo".
Desde hace más de tres semanas, la plaza donde se encuentra el Congreso, en la ciudad de La Paz, ha sido cercada casi a diario por manifestantes que reclaman la nacionalización de los hidrocarburos y la convocatoria de una Asamblea Constituyente. "Si sesionamos bajo un marco de presión, las decisiones pueden ser tomadas al calor de la presión de algunos centenares de ciudadanos y no en el marco de la representación de 157 diputados y senadores de toda la república y cuya legitimidad nace de los votantes que representan a casi diez millones de bolivianos", añadió Vaca Díez.
Por eso, pidió al poder Ejecutivo "garantías plenas" para reiniciar las labores legislativas en La Paz, aunque no descartó que tengan que celebrarse en otra ciudad boliviana. Anunció que va a realizar consultas con todos los partidos políticos y con las nueve brigadas departamentales del país "para determinar las mejores decisiones sobre el momento, el lugar de instalar la sesión del Congreso Nacional". "No me siento en condiciones de decidir el momento de instalación del Congreso Nacional", reiteró, y expresó su esperanza en que la decisión se tome "alrededor del mediodía" de este martes.
Desde hace más de tres semanas, la plaza donde se encuentra el Congreso, en la ciudad de La Paz, ha sido cercada casi a diario por manifestantes que reclaman la nacionalización de los hidrocarburos y la convocatoria de una Asamblea Constituyente. "Si sesionamos bajo un marco de presión, las decisiones pueden ser tomadas al calor de la presión de algunos centenares de ciudadanos y no en el marco de la representación de 157 diputados y senadores de toda la república y cuya legitimidad nace de los votantes que representan a casi diez millones de bolivianos", añadió Vaca Díez.
Por eso, pidió al poder Ejecutivo "garantías plenas" para reiniciar las labores legislativas en La Paz, aunque no descartó que tengan que celebrarse en otra ciudad boliviana. Anunció que va a realizar consultas con todos los partidos políticos y con las nueve brigadas departamentales del país "para determinar las mejores decisiones sobre el momento, el lugar de instalar la sesión del Congreso Nacional". "No me siento en condiciones de decidir el momento de instalación del Congreso Nacional", reiteró, y expresó su esperanza en que la decisión se tome "alrededor del mediodía" de este martes.