L D (EFE) El ministro israelí, que hizo sus declaraciones en una base de paracaidistas cercana a la franja de Gaza, se refería a que las Fuerzas Armadas, que se hallan en plena "Operación primera lluvia", han dejado de ser una fuerza ocupante y ahora, fuera de esa zona, actúan en legítima defensa de la población de su país. "Las fuerzas concentradas alrededor de Gaza no están de adorno", dijo Mofaz a la prensa local, aunque esa operación, de momento, es cumplida principalmente por la Fuerza Aérea en Gaza contra instalaciones de los terroristas y por medio del arresto de sus activistas en Cisjordania.
La "Operación primera lluvia" siguió a ataques terroristas de Hamas y la Yihad Islámica con 40 cohetes Al Kasam contra la ciudad de Sderot y otras localidades del desierto del Néguev, junto a Gaza. En los ataques, que causaron, daños, resultaron heridos cinco residentes. Israel respondió con el "asesinato selectivo" de cuatro terroristas de Hamás, y el domingo último con el cabecilla terrorista de la Yihad Islámica en Gaza, Mohamed Jalil. Mofaz afirmó que el Gobierno de Ariel Sharón "no permitirá a los terroristas seguir disparando sus cohetes Al Kasam", que este último fin de semana paralizaron la vida en la ciudad de Sderot, donde la población pernoctó en los refugios subterráneos.
El máximo cabecilla terrorista de Hamas, Mahmud al Zahar, anunció hace dos días que, "en bien de los intereses del pueblo palestino", esa organización cesaría el disparo de esos cohetes artesanales, montados en talleres de Gaza, pero "nosotros no bailamos según la flauta de los terroristas", respondió un oficial del Ejército israelí, que prosigue sus operaciones. "En lugar de poner fin al conflicto, y a pesar del anuncio de Hamas, Israel sigue aumentando la violencia", reaccionó una portavoz del Gobierno palestino, Diana Buto.
La "Operación primera lluvia" siguió a ataques terroristas de Hamas y la Yihad Islámica con 40 cohetes Al Kasam contra la ciudad de Sderot y otras localidades del desierto del Néguev, junto a Gaza. En los ataques, que causaron, daños, resultaron heridos cinco residentes. Israel respondió con el "asesinato selectivo" de cuatro terroristas de Hamás, y el domingo último con el cabecilla terrorista de la Yihad Islámica en Gaza, Mohamed Jalil. Mofaz afirmó que el Gobierno de Ariel Sharón "no permitirá a los terroristas seguir disparando sus cohetes Al Kasam", que este último fin de semana paralizaron la vida en la ciudad de Sderot, donde la población pernoctó en los refugios subterráneos.
El máximo cabecilla terrorista de Hamas, Mahmud al Zahar, anunció hace dos días que, "en bien de los intereses del pueblo palestino", esa organización cesaría el disparo de esos cohetes artesanales, montados en talleres de Gaza, pero "nosotros no bailamos según la flauta de los terroristas", respondió un oficial del Ejército israelí, que prosigue sus operaciones. "En lugar de poner fin al conflicto, y a pesar del anuncio de Hamas, Israel sigue aumentando la violencia", reaccionó una portavoz del Gobierno palestino, Diana Buto.
Israel destruye el puente desde donde se lanzan los cohetes contra Sderot
El presidente Mahmud Abás viajó este martes a Egipto para entrevistarse con el presidente Hosni Mubarak. Esta última madrugada, según fuentes palestinas, la aviación destruyó un puente en el pueblo de Beit Hanún, en el norte de Gaza, desde donde los terroristas disparan contra Sderot, y dos misiles en la localidad de Jan Yunes, uno contra un local de Al Fatah y otro contra el negocio de un cambista arrestado hace cuatro meses como sospechoso de transferir a Hamas dinero de los Emiratos Arabes.
Un portavoz del Comité de Supervisión de las trece facciones terroristas en Gaza, Ibrahim Abú Nayaf, declaró en Gaza, según fuentes palestinas, que se pusieron de acuerdo en cesar sus ataques desde ese territorio contra localidades de Israel. "Se trata de proteger los intereses del pueblo palestino", dijo Abú Nayaf. En medios militares de Israel existe la impresión de que esa decisión se debe al malestar que sufre la población por las incursiones de los aviones y helicópteros en la franja de Gaza.
Israel controla el espacio aéreo y también, de hecho, las fronteras de la franja de Gaza con 1,4 millones de habitantes. Esta última madrugada el Ejército israelí llevó a cabo una nueva redada en Cisjordania y detuvo al menos a 93 terroristas de Hamas y la Yihad Islámica en Cisjordania, 17 de ellos en el pueblo de Kabatia, donde los soldados descubrieron un laboratorio de explosivos y armas, según fuentes militares.
El presidente Mahmud Abás viajó este martes a Egipto para entrevistarse con el presidente Hosni Mubarak. Esta última madrugada, según fuentes palestinas, la aviación destruyó un puente en el pueblo de Beit Hanún, en el norte de Gaza, desde donde los terroristas disparan contra Sderot, y dos misiles en la localidad de Jan Yunes, uno contra un local de Al Fatah y otro contra el negocio de un cambista arrestado hace cuatro meses como sospechoso de transferir a Hamas dinero de los Emiratos Arabes.
Un portavoz del Comité de Supervisión de las trece facciones terroristas en Gaza, Ibrahim Abú Nayaf, declaró en Gaza, según fuentes palestinas, que se pusieron de acuerdo en cesar sus ataques desde ese territorio contra localidades de Israel. "Se trata de proteger los intereses del pueblo palestino", dijo Abú Nayaf. En medios militares de Israel existe la impresión de que esa decisión se debe al malestar que sufre la población por las incursiones de los aviones y helicópteros en la franja de Gaza.
Israel controla el espacio aéreo y también, de hecho, las fronteras de la franja de Gaza con 1,4 millones de habitantes. Esta última madrugada el Ejército israelí llevó a cabo una nueva redada en Cisjordania y detuvo al menos a 93 terroristas de Hamas y la Yihad Islámica en Cisjordania, 17 de ellos en el pueblo de Kabatia, donde los soldados descubrieron un laboratorio de explosivos y armas, según fuentes militares.