(Libertad Digital) El relevo de Raúl Castro en la presidencia de la dictadura castrista no ha supuesto ningún cambio en la política de represión contra la oposición política ni en pro de la transformación democrática en la Isla. Lo único que se han promovido son cambios estéticos y efectistas.
En este contexto, el Gobierno de Rodríguez Zapatero sigue liderando la campaña para levantar las sanciones diplomáticas impuestas por la Unión Europea en 2003 a instancias del Ejecutivo de José María Aznar tras la ola de represión, conocida como la Primavera Negra.
En esos días, el regimen comunista arrestó a 75 opositores. Los presos políticos son una realidad en la Isla como denuncia constantemente la disidencia cubana. Existen más de 200 en las cárceles que viven en situaciones infrahumanas.
Dando la espalda a este clamor, Moratinos planteará mañana lunes en el Consejo de Ministros de Asuntos Generales y Relaciones Exteriores en Luxemburgo la necesidad de aprobar la supresión de estas sanciones diplomáticas, suspendidas desde 2005, para abrir la interlocución con las autoridades cubanas.
La Unión Europea se encuentra dividida a este respecto. España encabeza el grupo de países partidarios del diálogo y la cooperación con la dictadura -entre los que se encuentra Alemania, Francia o Italia-, pero otros, como los Países Bajos o la República Checa, éste ex comunista, se niegan a reanudar la relación mientras no haya gestos inequívocos hacia la disidencia.
El presidente norteamericano, George W. Bush, se ha mostrado muy crítico con la apertura del diálogo y con quienes se empecinan en observar un cambio político en la continuidad del general, Raúl Castro. En su vista a Europa dijo que de ser cierto esta transforamción no existirían los presos políticos.
Sin embargo, el Gobierno español cree que el desbloqueo de la situación "puede estimular el proceso de cambio" y beneficiar a la población civil, sin dejar de defender a los presos políticos, según fuentes diplomáticas, informa Efe.
Dicen que el restablecimiento de los contactos con Cuba no supondría "legitimar o dar un cheque en blanco" al régimen castrista pero la verdad es que se dará credibilidad internacional a un sistema autoritario que sigue persiguiendo las libertades y los derechos fundamentales como la libertad de expresión o reunión.
Zapatero en el Prado
El jefe del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, presentará mañana en sociedad las líneas de su política exterior en el Museo de El Prado. En una intervención titulada: "En interés de España: una política exterior comprometida", se espera que defienda la apertura del diálogo con la dictadura de La Habana. El pasado jueves, Zapatero apostó por "dar pasos" en la UE a favor de Cuba en correspondencia a las medidas de "color positivo" adoptadas por el régimen.
España mantiene su propia vía de diálogo con La Habana, que incluye la situación de los derechos humanos, y de proyectos de cooperación desde que Moratinos viajó a la Isla en abril del pasado año. Una visita en la que no quiso incluir a los disidentes cubanos en su agenda, pero tras recibir duras críticas tuvo que organizar de modo apresurado una cita con su entonces "número dos", Bernardino León.
El Ejecutivo está dispuesto a seguir profundizando en esta estrategia, aunque haya relevado a uno de sus artífices, como ha sido el director general para Iberoamérica, Javier Sandomingo.
El Consejo de Ministros le nombró el pasado viernes nuevo embajador en Perú después de cuatro años al frente de la Dirección General.