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Olmert anuncia que antes de marzo la Policía israelí evacuará dos asentamientos ilegales

El primer ministro de Israel en funciones, Ehud Olmert, anunció que su Gobierno mantendrá la evacuación de los 24 asentamientos considerados ilegales. Antes de las elecciones del 28 de marzo próximo, indicó, serán desalojados al menos dos. Este miércoles, en la colina Amona resultaron heridas casi 150 personas después de que agentes de las fuerzas de seguridad demolieran nueve casas. Los violentos choques estuvieron protagonizados por más de doscientos miembros de asociaciones de derecha.

LD (EFE) Ehud Olmert, el primer ministro israelí en funciones, seguirá con la evacuación de asentamientos judíos de Cisjordania tras el violento desalojo del de Amona, donde resultaron heridos más de doscientos extremistas jóvenes de la derecha y agentes policiales.
 
Fuentes del aparato de seguridad, citadas por el periódico Haaretz sin identificarlas, informaron de que de un total de 24 asentamientos no autorizados por el Poder Ejecutivo, uno o dos de ellos serán desmantelados antes de las elecciones del 28 de marzo. Según el rotativo, tras el de Amona, en el distrito de Belén, los próximos serán los desalojos de esos asentamientos "ilegales" en el distrito de Naplusa.
 
Fuerzas policiales asistidas por el Ejército, en cumplimiento de una orden del Gobierno que refrendó el Tribunal Supremo de Justicia este miércoles, protagonizaron en la colina de Amona violentos choques con los manifestantes de la derecha, en su gran mayoría jóvenes y adolescentes de asentamientos judíos de Cisjordania que trataban de impedir la demolición de nueve viviendas.
 
La diputada Iuli Tamir, del Partido Laborista, criticó a operación de las fuerzas de seguridad en Amona, y exigió una investigación de su conducta y de la del Poder Ejecutivo, en tanto que los colonos y los partidos de la derecha nacionalista afirman que Olmert ordenó a la policía proceder "con puño de hierro" contra los colonos para ganar adictos antes de las elecciones.
 
Cerca de setenta manifestantes y agentes policiales seguían ingresados en siete hospitales tras la jornada de violencia, algo sin precedentes por el elevado número de heridos. El número de víctimas fue superior al que se registró durante las tres semanas que llevó el desmantelamiento de veintiún asentamientos de Gaza y cuatro del norte de Cisjordania en agoto pasado, donde residían unos 8.500 colonos.

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