LD (EFE) El primero de los tres últimos atentados terroristas en Irak, según ha informado el Ministerio de Defensa, cinco soldados iraquíes murieron, entre ellos, un oficial, tras explotar un paquete-bomba al paso de su patrulla que realizaba tareas de vigilancia en un polígono industrial al sur de Kirkuk.
Fuentes de la Policía agregaron, por su parte, que dos electricistas que trabajaban para la empresa "al Meseied" fallecieron cuando un grupo de desconocidos abrió fuego contra ellos en Bagdad, sin precisar el lugar exacto de la agresión. El oficial Saad Safa al Din añadió que otro ciudadano perdió la vida y otros seis resultaron heridos, en un zoco del barrio "al Yauadein" de mayoría chií. Varios hombres dispararon indiscriminadamente contra las personas que en ese momento realizaban las compras en el mercado de la zona.
La Policía también confirmó que fueron encontrados los cadáveres de 24 personas en distintas zonas del país. Según fuentes del ministerio de Interior, una patrulla de la policía encontró los cuerpos sin vida de veinte hombres, de identidad desconocida, en el río Tigris cerca de la localidad de Balad. Las fuentes añadieron que otros cuatro cadáveres con las manos atadas y con disparos en la cabeza, fueron descubiertos en un basurero situado en el este de Bagdad.
