
L D (EFE) En rueda de prensa, Al-Hasani señaló que "las reuniones durante los últimos tres días han sido muy útiles y esperamos llegar mañana (por este viernes) a un resultado satisfactorio para todas las partes". Sin embargo, el optimismo del presidente de la Asamblea iraquí no es compartido por el resto de los grupos, en especial por los suníes, quienes pese a admitir que ya se han realizado cambios, subrayan que no son suficientes.
Los negociadores suníes insisten en que no renunciarán a la unidad y la soberanía de Irak, y que no aceptarán ningún documento que pueda sentar las bases a un futuro federalismo. Además, insisten en que sea reformado el artículo dedicado a la erradicación de los símbolos del Partido "Baaz", sobre el que apoyó su poder la dictadura del depuesto Sadam Husein.
Saleh al-Mutlaq, portavoz del grupo suní en la Comisión de 71 expertos que redacta el texto calificó de "inaceptable" la propuesta hecha por chiíes y kurdos para retrasar dos años el asunto de las regiones federales. En estas condiciones, parece muy difícil que se pueda llegar a un acuerdo en las próximas horas, puntualizó Al-Mutlaq a los periodistas.
Este ambiente de crispación y desencuentro ha multiplicado la incertidumbre que corroe el proceso desde que el pasado 15 de agosto el Parlamento se viera obligado a conceder la primera prórroga para que las comunidades salvaran sus diferencias. Concluida esa primera extensión de una semana, chiíes y kurdos entregaron a la Asamblea un borrador consensuado de forma bilateral, con las objeciones de los suníes.
Pero aunque kurdos y chiíes tienen mayoría suficiente para que el texto sea aprobado en la Cámara, el presidente de la misma decidió conceder una nueva prórroga de tres días, que este jueves expiró sin que se llegara a un acuerdo. De momento, se desconoce si el Parlamento se reunirá para votar el borrador constitucional, o si el proceso seguirá su curso en medio de los esfuerzos para convencer a los suníes.
El propio Al-Hasani ha señalado que sea cual sea el resultado del diálogo, el texto será sometido a referéndum popular en octubre, fecha fijada por el plan de transición auspiciado por EEUU. Ante esta tesitura, los suníes ya han advertido de que si se presenta el documento con su redacción actual, se esforzarán hasta el último aliento para hacerlo fracasar en la consulta popular.
