
L D (EFE) Según la Fiscalía, los tres hombres, los primeros sospechosos contra quienes se formulan cargos por el 7-J, participaron en labores de "reconocimiento y planificación para conspirar con los responsables últimos de los ataques del 7 de julio".
Los supuestos terroristas son Mohammed Shakil, de 30 años; Waheed Ali, conocido también como Shipon Ullah, de 23, y Sadeer Saleem, de 26, todos procedentes de Leeds, la ciudad del norte de Inglaterra en la que residían tres de los autores de la matanza.
Shakil y Ali fueron arrestados el pasado 22 de marzo en el aeropuerto de Manchester (norte de Inglaterra) cuando se disponían a embarcar en un avión con destino a Pakistán, mientras que Saleem fue detenido en un domicilio de Leeds.
Los acusados, capturados en una operación conjunta de los servicios secretos británicos y la Policía, comparecerán el próximo sábado ante el Tribunal de Westminster, en el centro de Londres. En una conferencia de prensa, el subcomisario Peter Clarke, jefe de la brigada antiterrorista de Scotland Yard, explicó que los cargos se presentaron formalmente contra los tres individuos tras "veintiún meses de intensas investigaciones".
Desde la comisión de los ataques, la Policía ha tomado más de 15.000 declaraciones y ha seguido unas 19.000 pistas en busca de supuestos colaboradores de los terroristas, precisó Clarke. Pero "la investigación no ha acabado. Creo firmemente que existe más gente con conocimiento de lo que hay detrás de los atentados del 7-J y no lo ha compartido con nosotros. De hecho, no es que lo crea, es que lo sé a ciencia cierta".
Asimismo, el subcomisario animó a quienes puedan saber algo del 7-J a colaborar con las fuerzas de seguridad: "Las víctimas de los atentados -dijo- y quienes se convertirán en víctimas del terrorismo en el futuro merecen vuestra cooperación y apoyo".
El jefe de la brigada antiterrorista de Scotland Yard admitió que la acusación formulada contra los tres sospechosos "tendrá impacto en mucha gente". "A unos -declaró- les traerá los horribles recuerdos de aquel día terrible. Para otros, supondrá un cierto alivio el que, después de tanto tiempo, haya avances visibles en una investigación que se ha debido mantener en secreto".
Los terroristas, todos británicos (tres de origen paquistaní y uno de procedencia jamaicana), atentaron en la mañana del 7 julio de 2005 contra tres convoyes del Metro de Londres y un autobús urbano, en el primer ataque suicida cometido en suelo europeo.
Mohammed Sidique Khan, de 30 años; Shehzad Tanweer, de 22, y Jermine Lindsay, de 19 años y único implicado de origen jamaicano, detonaron sus "mochilas-bomba" en tres vagones del Metro. Hasib Hussain, de 18 años, hizo estallar el cuarto artefacto en un autobús de línea a su paso por Tavistock Square, cerca del Museo Británico.
