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Se presenta en Madrid Archivo Cuba, que recoge los crímenes de la dictadura castrista

Rosa Montero, Hermann Tertsch y Antonio Guedes han acompañado a María Werlau en la presentación en España de Archivo Cuba, un proyecto que investiga y quiere dejar constancia de los crímenes de la dictadura de Fidel Castro. Werlau, que hizo un repaso por algunos de los crímenes del régimen, espera que estos testimonios "contribuyan a laborar con misericordia, Justicia y paz una Cuba libre". Montero ha denunciado la "ceguera interesada" de quienes miran hacia otro lado, mientras Tertsch dice que la postura "ternurista" del Gobierno de Rodríguez Zapatero hacia la tiranía de Castro "está cada vez más aislada en Europa".

Rosa Montero, Hermann Tertsch y Antonio Guedes han acompañado a María Werlau en la presentación en España de Archivo Cuba, un proyecto que investiga y quiere dejar constancia de los crímenes de la dictadura de Fidel Castro. Werlau, que hizo un repaso por algunos de los crímenes del régimen, espera que estos testimonios "contribuyan a laborar con misericordia, Justicia y paz una Cuba libre". Montero ha denunciado la "ceguera interesada" de quienes miran hacia otro lado, mientras Tertsch dice que la postura "ternurista" del Gobierno de Rodríguez Zapatero hacia la tiranía de Castro "está cada vez más aislada en Europa".
(Libertad Digital) María Werlau, directora ejecutiva de Archivo Cuba, ha presentado este proyecto en Madrid, fruto de "un esfuerzo voluntario, con pocos recursos", para una labor ingente, como es la de recoger todos los datos y los testimonios sobre los crímenes sin cuento cometidos por la dictadura de Fidel Castro. ¿Cuántos muertos en nombre de la revolución cubana podrá recordar la Historia?, le preguntaban los asistententes al acto. María no puede aún dar una cifra más que aproximada: "No lo sé, cien mil... doscientos mil...".
 
María Werlau se seca las lágrimas, mientras Hermann Tertsch lee una cartaEn cualquier caso, aunque los números son importantes, "yo quiero contar la historia de las personas. Cuando estudio un caso, en ocasiones sin poder dormir, esa persona para mí es lo más importante". Como el de una mujer, que escribió una carta después de que un acto criminal le convirtiera en viuda. María comenzó a leerla, pero la emoción le impidió continuar, por lo que necesitó la ayuda de Hermann Tertsch, que le acompañaba. Esa viuda era su madre, según dijo luego, que se levantó a saludar y responder así a los aplausos de quienes se congregaron a conocer Archivo Cuba.
 
Uno a uno, el archivo ha documentado, en el recuento de 31 de octubre de 2006, 8.190 muertes entre ejecuciones y fusilamientos, asesinatos extrajudiciales, desaparecidos y muertos en prisión. La cuenta aumenta a diario, pues "a medida que la gente se entera de nuestro proyecto, acude a nosotros y nos relata nuevos casos, hasta ahora no relatados" de las muertes en nombre del socialismo. Al entrelazar todas las historias, María Werlau se ha dado cuenta de que "el régimen castrista ha mostrado un profundo desprecio por la vida humana desde los primeros días; desde las primeras horas". Hay historias que se repiten una y otra vez. "Muchos pequeños campesinos, que se resistían a la colectivización de sus tierras" o "militares, con ningún crimen más que servir al Ejército, y que le tocara vivir en una dictadura", la de Batista.
 
Entre las numerosas aberraciones a que llega la crueldad de la dictadura, María Werlau ha destacado unas cuantas, como "los fusilamientos, previa extracción de la sangre, que vendían a cambio de dinero. Cuesta creerlo, pero hay numerosos testimonios. De hecho se sabía abiertamente entre los presos y los familiares. Se les extraía la cantidad justa para que no murieran y pudieran fusilarles. A algunos tenían que llevarles en camilla, porque no podían ir por su propio pie". Luego se vendía la sangre a Canadá y otros países. A ello hay que añadir "el fusilamiento de mujeres embarazadas, de hijos delante de los padres, o la burla de las víctimas y de sus familias".
 
María Werlau ha contado que visitó recientemente Berlín, y se acercó a una placa que expresa el número de muertos intentando huir de otro paraíso, el de la Alemania comunista. Y cayó en la cuenta de que hay otro muro en Cuba, el de Guantánamo, que la dictadura ha rodeado de minas, "en el que ya superamos al de Berlín en número de muertos". Ese es "el Guantánamo olvidado es el Guantánamo que nadie menciona".
 
Doble baremo
 
Antonio Guedes, presidente de la Asociación Iberoamericana por la Libertad (AIL), recordó en la presentación del Archivo Cuba la película de Ernesto Almendros Nobody Listened, en la que el oscarizado realizador español muestra cómo muchos "ponen en duda" los crímenes del régimen, o los callan "por miedo o por complicidad".
 
Considera Guedes que "todas las dictaduras y sus crímenes son execrables. Es una brutalidad justificar la dictadura cubana por el número de médicos o por el bloqueo, como lo sería justificar la de Pinochet porque convocó un referéndum y lo aceptó, abandonando el poder a los 17 años, o por los resultados económicos".
 
Ceguera interesada
 
Rosa Montero comenzó diciendo que "la causa cubana es para mí muy importante, por la hipocresía moral" que devela en mucha gente. Montero ha recordado que pronto se cumplirán cuatro años de la "primavera negra", en la que volvió a verse el carácter represivo de la dictadura cubana, y pasado este tiempo "vuelve la idea del paraíso" cubano. Montero se pregunta "¿qué pasa en estas cabezas?", en las de quienes justifican el régimen o miran hacia otro lado. La periodista y escritora habla de una "ceguera interesada" por parte de muchos: "si tú quieres crear un paraíso en la tierra, que se dedican a machacar a los los humanos, que son imperfectos, ¡qué gratificante es eso para el ego!".
 
A quienes mantienen esta posición, "moralmente les falla algo", dice Rosa Montero. La denuncia de la dictadura acaudillada por Fidel Castro no es "ni de izquierdas ni de derechas; es un asunto de auténtica dignidad". La actitud ante este asunto supone una "prueba de honestidad cívica y honestidad intelectual".
 
Los obcecados
 
Hermann Tertsch, que como Rosa Montero escribe en el diario El País, comenzó su intervención diciendo que "cuando parece que es más fácil dialogar con los verdugos que con las víctimas, hay que dar un golpe en la mesa", y lo tomó como una ocasión para "acordarse de las víctimas de Cuba".
 
El periodista hizo referencia al artículo que había publicado ese mismo día en El País, titulado "Tuertos obcecados" en el que recordaba otro, escrito hace 13 años, en el que lamentaba que "en España siguen aún algunos empeñados en defender su último laboratorio social, su terrarium caribeño para experimentos con seres vivos". Entonces, con el fracaso histórico del socialismo como telón de fondo; hoy "tengo que hacer un balance nada optimista", dice, "porque tenemos más obcecados. Hay una escuela del movimiento antidemocrático, que sale en defensa de la satrapía cubana".
 
Zapatero, "ternurista" hacia Castro
 
En concreto se refirió a que "en España tenemos un Gobierno que cuenta con los apoyos de los simpatizantes del régimen. Ante la llegada de unas próximas elecciones, no creo que denuncie los atentados a los derechos humanos con firmeza". Al contrario, mantiene una actitud "ternurista" hacia la tiranía, que "cada vez está más aislada en Europa".
 
Hermann Tertsch ha recordado "como acto de honestidad, que los intelectuales de izquierda no han seguido respecto de Cuba", un discurso del presidente de Italia, Giorgio Napolitano, ex comunista, pronunciado hace un mes. Entonces se refirió a las víctimas de la postguerra, denunciando "los crímenes de Tito a sus compatriotas"; unos crímenes "por parte de los comunistas" que "fueron negados durante años". El ejemplo de Napolitano, que hace un examen de conciencia de la izquierda, contrasta "con el ejemplo de este país, en que hay una conspiración del silencio contra las víctimas del régimen castrista".

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