LD (EFE) La Policía de Karachi, al sur de Pakistán, ha confirmado de que al menos seis personas murieron y otras diez resultaron heridas por la explosión de un coche-bomba contra un restaurante de comida rápida. Cinco de los heridos se encuentran en estado muy grave por lo que se teme que el número total de víctimas aumente, según esas fuentes.
La explosión se produjo en el aparcamiento de un edificio donde hay un restaurante de la cadena de comida rápida "Kentucky Fried Chicken" (KFC), cerca de los hoteles Sheraton y Pearl Intercontinental. El coche-bomba estaba aparcado en un edificio de la Corporación de Desarrollo Industrial de Pakistán, perteneciente al Gobierno paquistaní, en cuya zona posterior se encuentra el restaurante de la cadena estadounidense.
La explosión, que tuvo lugar cerca de la nueve de la noche, causó la destrucción de cinco vehículos que se encontraban en el área y dañó gravemente el primer piso del edificio afectado. La zona ha sido acordonada completamente por la policía, que no permite la salida del edificio afectado de los empleados que se encontraban a esa hora en su interior.
A finales de mayo, una violenta protesta de miembros de la comunidad chií ante otro restaurante de la misma cadena estadounidense causó la muerte de seis personas, que fueron quemados vivos cuando la multitud prendió fuego al local. La protesta había sido originada por un atentado suicida en una mezquita chiíta, minoría en Pakistán, un país dominado por los suníes.