L D (Agencias) El Alto Representante de la UE para Política Exterior y de Seguridad, Javier Solana, apoyó un tribunal especial para juzgar los crímenes políticos en el Líbano, “sea cual sea el medio”. Para la máxima autoridad europea en Política Exterior si se “bloquea” la corte creada por orden del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, utilizando el capítulo VII de la Carta de la ONU, se buscaría otra fórmula, según informó Efe.
Solana hizo estas declaraciones tras reunirse en la sede del Consejo Europeo con el jefe de la mayoría parlamentaria de Líbano, Saad Hariri, e hijo del ex primer ministro Rafic Hariri, cuyo asesinato en 2005 podría encontrase bajo la sombra del régimen Sirio. Sea como fuere, lo cierto es que la habilitación de la corte de la ONU ha provocado numerosas protestas en las calles del Líbano, a favor y en contra; dividiendo aún más si cabe la atomizada sociedad libanesa. La bandera amarilla de Hezbolá se enarboló en algunas de las protestas con el objetivo de presionar al actual Gobierno de Fouad Siniora e impedir los avances judiciales en esta causa.
El Alto Representante aseguró que el Consejo de Seguridad de la ONU se mostró preparado para aprobar esta corte en Beirut e abrió la posibilidad de que se utilicen fórmulas intermedias a las incluidas en el capítulo VII, entre las que se hallan sanciones y el uso de la fuerza contra los países que no cumplan con las resoluciones.
Los partidos políticos libaneses, a excepción de la organización político-terrorista de Hasan Nasrala, defienden que se investigue a los sospechosos de la muerte del ex primer ministro y otros asesinatos políticos cometidos en Líbano desde 2004; eso sí, algunas facciones creen que su constitución a través del capítulo VII “podría conducir a combates”.
Saad Hariri, por su parte, expresó su deseo de no incluir el capítulo que permite el uso de la fuerza y acallar de este modo las críticas vertidas recientemente por la oposición del gobierno del país de los cedros.