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Un líder del Movimiento Verde lleva días asediado en su casa por las milicias de Ahmadineyad

Medhí Karrubí, uno de los líderes políticos del Movimiento verde iraní que lucha por implantar una democracia en el país asiático, lleva días asediado en su propia casa por las milicias basiyíes, un cuerpo de voluntarios controlado por el poder. Se han registrado disparos y roturas de cristales.

Tal y como publican diversos medios internacionales, una turba compuesta por miembros de las milicias basiyíes (un cuerpo de voluntarios paramilitares directamente controlado por el poder en Irán) y también por medios de la poderosa Guardia Revolucionaria ha cercado la vivienda de uno de los líderes más prestigiosos del Movimiento Verde opositor iraní, Medhí Karrubí.

Según apunta Al Arabiya, el primer fin de los alborotadores sería impedir que Karrubí acuda a las manifestaciones por el "día de Al Qods" (nombre árabe de Jerusalén), unas demostraciones que tradicionalmente habían sido usadas por el Gobierno como actos de afirmación pero que ya el año pasado fueron "tomadas" por el Movimiento Verde y a las que el propio Karrubí había pedido a sus seguidores que acudiesen y había anunciado que él mismo pensaba acudir.

Por supuesto, con esta intimidación también se pretendería que muchos ciudadanos "normales" desistan también de acudir a las manifestaciones.

De acompañar a Jomeini al Movimiento Verde

Karrubí fue antiguo compañero de Jomeini en la revolución islámica del año 79 y desde entonces ha sido un personaje destacado del régimen. Entre sus muchos cargos ha sido presidente del parlamento, miembro del Consejo de Discernimiento que dirime las diferencias entre el Parlamento y el Consejo de Guardianes, encargado de velar por la "islamicidad" de las leyes y su conformidad con la Constitución...

Sin embargo, en los últimos años se ha alineado con las posturas más reformistas dentro de Irán, y ya en 2005 denunció que el paso de Ahmadineyad a la segunda vuelta de las elecciones había sido posible gracias al fraude electoral.

Tras las elecciones del 2009 fue uno de los personajes más importantes del país que denunció la violenta represión, con referencias claras a las violaciones en las cárceles y, en particular, en el centro de detención de Kahrizak, donde murió un número sin determinar de detenidos. Esta denuncia supuso un duro golpe a la reputación del régimen entre sectores conservadores del propio Irán y en otros países musulmanes.

Recientemente, Karrubí incluso ha llegado a afirmar que los iraníes deben poder elegir si quieren tener un gobierno religioso o no, sumándose así a las posiciones defendidas por la oposición fuera de Irán y expresando los anhelos de buena parte de la población.

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