L D (EFE) Según indicó este miércoles la PA, los cargos de asesinato serán presentados a finales de este mes contra Sean Gerard Hoey, un electricista de 35 años detenido desde septiembre de 2003 y al que la policía considera posible autor de la bomba colocada en Omagh por el grupo disidente del terrorista Ejército Republicano Irlandés (IRA).
Hoey estaba acusado ya de quince cargos de terrorismo por otros atentados, posesión de explosivos y de pertenecer al IRA Auténtico, pero ninguna de esas acusaciones está directamente relacionada con el ataque de Omagh. El electricista estaba acusado, entre otros, de poseer entre marzo de 1997 y el 16 de agosto de 1998 un temporizador para activar un artefacto explosivo, que la policía cree que fue el utilizado en Omagh.
Entre las víctimas mortales de ese atentado, el peor en 30 años de terrorismo en el Ulster, estaban el niño Fernando Blasco Baselga, de 12 años, y la monitora Rocío Abad Ramos, de 29, ambos pertenecientes a un grupo de españoles que realizaba un curso de verano en Irlanda. Sean Gerard Hoey estaba, además, acusado de ser miembro del IRA Auténtico y conspirar para provocar una explosión en una comisaría de policía de Armagh meses antes del ataque de Omagh.
Ahora será acusado directamente de ese atentado, después de que así lo haya autorizado el responsable de la fiscalía de Belfast, lo que dará lugar a uno de los juicios por asesinato múltiple más importantes de la historia legal del Reino Unido e Irlanda. Los familiares de las víctimas de Omagh han denunciado en varias ocasiones la lentitud con que se han llevado a cabo las investigaciones policiales y han intentado presentar su propio caso contra cinco individuos que consideran implicados en ese atentado.
Hoey estaba acusado ya de quince cargos de terrorismo por otros atentados, posesión de explosivos y de pertenecer al IRA Auténtico, pero ninguna de esas acusaciones está directamente relacionada con el ataque de Omagh. El electricista estaba acusado, entre otros, de poseer entre marzo de 1997 y el 16 de agosto de 1998 un temporizador para activar un artefacto explosivo, que la policía cree que fue el utilizado en Omagh.
Entre las víctimas mortales de ese atentado, el peor en 30 años de terrorismo en el Ulster, estaban el niño Fernando Blasco Baselga, de 12 años, y la monitora Rocío Abad Ramos, de 29, ambos pertenecientes a un grupo de españoles que realizaba un curso de verano en Irlanda. Sean Gerard Hoey estaba, además, acusado de ser miembro del IRA Auténtico y conspirar para provocar una explosión en una comisaría de policía de Armagh meses antes del ataque de Omagh.
Ahora será acusado directamente de ese atentado, después de que así lo haya autorizado el responsable de la fiscalía de Belfast, lo que dará lugar a uno de los juicios por asesinato múltiple más importantes de la historia legal del Reino Unido e Irlanda. Los familiares de las víctimas de Omagh han denunciado en varias ocasiones la lentitud con que se han llevado a cabo las investigaciones policiales y han intentado presentar su propio caso contra cinco individuos que consideran implicados en ese atentado.