
(Libertad Digital) El ministro de Interior de Venezuela, Pedro Carreño, ha sido objeto en los últimos días de criticas y burlas. Y es que en una rueda de prensa improvisada realizada la semana pasada, el "número dos" del régimen "chavista" lanzaba lecciones contra el capitalismo siguiendo las instrucciones del presidente Hugo Chávez. "Hay que rechazar el capitalismo salvaje", han sido las instrucciones.

"`El único camino a la paz es la justicia´, dice la Biblia y lo repite el comandante presidente Hugo Chávez. El único camino a la justicia es el socialismo, no es el capitalismo, no es ese canibalismo que se quiere implementar en el Estado", aseguraba Carreño. Entonces, el ministro se permitió un breve silencio que fue aprovechado por una periodista.
– ¿Pero no es contradictorio hablar de capitalismo cuando usted tiene una corbata de Louis Vuitton y unos zapatos Gucci...?
– Yo no sé que...yo...claro que...eh... no es contradictorio...
Entre balbuceos, Carreño logró el autocontrol para finalmente acertar a decir: "No es contradictorio porque yo quisiera que Venezuela produjera todo eso y entonces yo comprar todo lo que se produzca aquí y no tener que importar el 95 por ciento de los rubros que consumimos."

Asco al cuello
Carreño participó como capitán del Ejército en el intento fallido de golpe de Estado que encabezó Hugo Chávez en 1992. La sociedad venezolana está muy acostumbrada a sus pintorescas declaraciones. Una de las famosas tuvo lugar cuando denunció que los decodificadores de la empresa por cable "Direct-TV" colocó cámaras de vídeo ocultas para espiar a los ciudadanos.

Del incidente de Gucci y Louis Vuitton, Laureano Márquez, humorista político, publico en el diario opositor Tal Cual la respuesta ficticia que habría dado Carreño: "¿Tu crees que a mi, como revolucionario, no me da asco llevar pegada a mi cuello esta basura imperialista? Naturalmente, pero mientras se producen las corbatas endógenas no tengo otra opción".
Revolución del whisky
El ministro Carreño no es el único miembro del gabinete "chavista" con una fuerte inclinación por los trajes y automóviles de lujo. El ministro de información, William Lara, porta cazadoras Tommy Hilfiger rojas, justo el color de la "revolución bolivariana". El gobernador del Estado de Carabobo, Luis Acosta, aseguró hace un año que los altos funcionarios venezolanos pueden comprar vehículos caros sin sacrificar sus ideales revolucionarios. "¿Es que acaso nosotros los revolucionarios no tenemos derecho a tener una (todoterreno) Hummer o un carro? Si ganamos plata podemos hacerlo", dijo.

Recientemente, la revista francesa Paris Match publicó un amplio reportaje en el que ponía al descubierto que Chávez acostumbra gozar con "comidas finas" servidas en ostentosas mesas. El presidente del partido COPEI en el estado de Táchira (socialdemócratas y opositores a Chávez), Jonson Delgado, dijo: "El presidente sí tiene derecho a usar trajes importados, a pagarle a uno de los sastres más caros, el señor Scutaro; a usar corbatas de seda italiana, a ponerse Rolex y darse el lujo con el dinero del pueblo... pero arremete contra quienes toman whisky".