L D (EFE) El resultado del referéndum "no es la expresión de una Francia contra otra: el conjunto de nuestro país sigue comprometido en el proyecto europeo, sabe que su destino se juega a escala continental", explicó.
El nuevo primer ministro insistió en que "la aventura europea no se detiene" y en que "nuestro sueño saldrá reforzado de las pruebas", al tiempo que atribuyó el rechazo francés al Tratado constitucional, a la lejanía de los ciudadanos con las instituciones y a la "rápida" ampliación de la Unión Europea (UE), entre otras razones. "No interpretemos esa votación como la señal del aislamiento francés", sino que "los franceses se interrogan", pues "quieren conjugar la defensa de los intereses de nuestra nación y Europa, la promoción de nuestro modelo social y el proyecto europeo".
Para Villepin, el triunfo del "no" en el referéndum fue también el rechazo de los franceses a "la única lógica del mercado": "la globalización no puede ser un ideal, no puede ser nuestro destino". El nuevo jefe del Gobierno francés explicó que Europa, que definió como "nuestra ambición común", "se ha construido sobre la economía y el pragmatismo". Pero ahora "los pueblos reclaman más humanidad, más protección: mayor seguridad en su trabajo, una mayor atención a las cuestiones del medio ambiente, una mejor defensa de los valores de respeto e igualdad de oportunidades. El sentido de Europa se encuentra en sus valores, no se construye con la única fuerza del mercado".
Para Villepin, el triunfo del "no" en el referéndum fue también el rechazo de los franceses a "la única lógica del mercado": "la globalización no puede ser un ideal, no puede ser nuestro destino". El nuevo jefe del Gobierno francés explicó que Europa, que definió como "nuestra ambición común", "se ha construido sobre la economía y el pragmatismo". Pero ahora "los pueblos reclaman más humanidad, más protección: mayor seguridad en su trabajo, una mayor atención a las cuestiones del medio ambiente, una mejor defensa de los valores de respeto e igualdad de oportunidades. El sentido de Europa se encuentra en sus valores, no se construye con la única fuerza del mercado".
El jefe del Ejecutivo abogó porque Europa se dé "más medios para defender su economía, su riqueza, sus empleos" y "aproveche más las herramientas que ha sabido crear, como el euro". "Tenemos una moneda fuerte, démonos también una política económica fuerte", así como "los medios de defender una preferencia europea, como hacen todos los grandes bloques económicos", añadió, al pedir la apertura de "nuevas perspectivas como la armonización fiscal o la unión con Alemania en los terrenos elegidos por ambos". Villepin insistió en que los franceses "no tienen miedo de Europa", sólo "quieren conocer las reglas del juego y participar en su definición, no quedarse al margen de decisiones que comprometen su vida cotidiana". "Pienso en particular en los agricultores", que "se han visto imponer directivas restrictivas" y, aunque reciben ayudas, éstas "no reemplazan el sentimiento de dignidad ni la recompensa del esfuerzo", señaló.
Consideró que "la rápida ampliación" de la UE "ha sorprendido a nuestros compatriotas", que "comprenden la legitimidad y la necesidad histórica, pero temen consecuencias económicas y sociales". "Démonos el tiempo de conocernos mejor y construir juntos con los nuevos Estados", enfatizó. Según Villepin, "en sesenta años, Europa ha inventado una alternativa a la guerra y a las rivalidades de potencias. Hoy, le corresponde inventar una alternativa a un mundo dominado por la defensa de los intereses particulares y la ley del más fuerte". "La aventura no se acaba, nuestro sueño europeo saldrá reforzado de las pruebas", aseguró.
Consideró que "la rápida ampliación" de la UE "ha sorprendido a nuestros compatriotas", que "comprenden la legitimidad y la necesidad histórica, pero temen consecuencias económicas y sociales". "Démonos el tiempo de conocernos mejor y construir juntos con los nuevos Estados", enfatizó. Según Villepin, "en sesenta años, Europa ha inventado una alternativa a la guerra y a las rivalidades de potencias. Hoy, le corresponde inventar una alternativa a un mundo dominado por la defensa de los intereses particulares y la ley del más fuerte". "La aventura no se acaba, nuestro sueño europeo saldrá reforzado de las pruebas", aseguró.