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Villepin se enfrenta a un moción de censura de los socialistas por el caso Clearstream

La Asamblea Nacional francesa vota hoy una moción de censura presentada por los socialistas contra el Gobierno de Dominique de Villepin por su relación con el caso Clearstream, el envío a jueces de un falso listado de titulares con cuentas bancarias en el extranjeros. Políticos, empresarios y agentes secretos figuraban en esos listados de 2004 como poseedores de cuentas ocultas, aunque ahora todos aceptan que se trata de un montaje y la Justicia investiga quién está detrás de esos envíos.

La Asamblea Nacional francesa vota hoy una moción de censura presentada por los socialistas contra el Gobierno de Dominique de Villepin por su relación con el caso Clearstream, el envío a jueces de un falso listado de titulares con cuentas bancarias en el extranjeros. Políticos, empresarios y agentes secretos figuraban en esos listados de 2004 como poseedores de cuentas ocultas, aunque ahora todos aceptan que se trata de un montaje y la Justicia investiga quién está detrás de esos envíos.
L D (EFE) La eventual implicación del Gobierno se debe, según la prensa francesa, a que el presidente Jacques Chirac y el primer ministro Villepin conocían el caso desde su origen y pidieron una investigación discreta sobre los listados al general Philippe Rondot, que en 2004 era el responsable de los servicios de inteligencia del Ministerio de Defensa.

Las notas manuscritas de Rondot sobre varios encuentros con altos funcionarios del Estado, incluido Villepin, y que fueron incautadas por la Justicia, sirven de munición a la prensa y a la oposición para atacar al Gobierno.

El escándalo ha cobrado tintes políticos debido a que en el segundo de esos listados remitidos a los jueces figuraba el nombre del ministro del Interior y presidente del partido gubernamental UMP, Nicolas Sarkozy, aspirante a la jefatura del Estado en las elecciones de 2007 y rival de Chirac y Villepin.

Los socialistas han querido aprovechar el escándalo, que divide a los conservadores franceses, para lanzar una moción de censura que no tiene posibilidades de prosperar, dado que la UMP dispone de una cómoda mayoría.

No obstante el debate servirá como altavoz para un caso que hace daño a la derecha francesa, porque pone de manifiesto las grandes diferencias entre Sarkozy, por un lado, y el tándem Chirac-Villepin, todo ello con vistas a los comicios presidenciales.

En una entrevista que publicaba este lunes "Le Monde", el líder socialista Francois Holland afirmaba que la moción de censura se justifica en que "el Gobierno ha perdido todo crédito y respeto y corresponde a cada diputado, más allá de su pertenencia política, votar en conciencia".

"Votar la censura es acabar con la crisis", según Hollande, quien daba valor a que su iniciativa vaya a ser secundada por el líder de la UDF, Francois Bayrou, cuyo partido era hasta hace unos meses aliado del Ejecutivo.

La moción de censura es un mecanismo parlamentario bastante frecuente en la política francesa, hasta el punto de que la que se debate hoy es la cuadragésimo primera en los últimos veinte años.

El Gabinete de Villepin ya ha superado dos, en julio de 2005 y febrero pasado, por su política de empleo en ambos casos

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