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Villepin supera la moción de censura y acusa a la oposición de usar la "calumnia", la "mentira", el "rumor" y el "ultraje"

Sin sorpresas, ya que la conservadora y gobernante UMP tiene mayoría absoluta en la cámara (364 de los 577 diputados), Villepin superó este martes la tercera moción de censura que afronta desde que tomó las riendas del Ejecutivo, que contó con el apoyo inédito de diputados de la centrista UDF. "Frente a la aceleración del rumor, continuaremos nuestro trabajo con método, calma y perseverancia. Nada apartará al Gobierno de su labor y del objetivo fijado por el presidente de la República", Jacques Chirac, subrayó Villepin en un discurso ante la Asamblea Nacional, donde tuvo lugar el acalorado debate.

Sin sorpresas, ya que la conservadora y gobernante UMP tiene mayoría absoluta en la cámara (364 de los 577 diputados), Villepin superó este martes la tercera moción de censura que afronta desde que tomó las riendas del Ejecutivo, que contó con el apoyo inédito de diputados de la centrista UDF. "Frente a la aceleración del rumor, continuaremos nuestro trabajo con método, calma y perseverancia. Nada apartará al Gobierno de su labor y del objetivo fijado por el presidente de la República", Jacques Chirac, subrayó Villepin en un discurso ante la Asamblea Nacional, donde tuvo lugar el acalorado debate.
L D (EFE) Sólo 190 diputados socialistas, comunistas, Verdes y de la centrista UDF votaron la moción de censura contra el Gobierno, tras un debate al que asistieron menos de 200 de los 364 diputados de la UMP, liderada por el también ministro de Interior, Nicolas Sarkozy.

Combativo, Villepin mantuvo que los socialistas han basado su moción de censura sobre la "calumnia", la "mentira", el "rumor" y el "ultraje", mientras que al presidente de UDF, Francois Bayrou, le advirtió de que ha escogido "un campo que no es el suyo ni el de su familia política" al apoyar la moción de censura.

El argumento de la "calumnia" es el mismo que ha esgrimido Villepin para defenderse de su presunta implicación en la trama urdida entre 2003 y 2004 para perjudicar a industriales y políticos incluyéndoles en unos listados falsificados de la sociedad de pagos y compensaciones luxemburguesa Clearstream en los que aparecían como titulares de cuentas bancarias en el extranjero con fondos ilícitos. Ese escándalo, que ha salpicado también a Chirac y en el que Sarkozy figura como víctima de la manipulación de los listados, ha debilitado enormemente a Villepin, quien ya estaba tocado por la crisis esta primavera del Contrato de Primer Empleo (CPE) que tuvo que retirar por la presión en la calle de sindicatos y estudiantes.

Al proyectarse hacia 2007, con la "prioridad" del "empleo", Villepin descartó implícitamente, una vez más, un adelanto de las elecciones legislativas, previstas en 2007, como las Presidenciales. Por el "interés de Francia" justificó el líder socialista, Francois Hollande, la presentación de su moción de censura. "Hay que cesar esta situación insoportable para nuestro país", clamó Hollande, para quien el escándalo de los listados falsificados de Clearstream ha sumido a Francia en una de las crisis políticas, institucionales y morales "más graves de la V República".

Es "un asunto de Estado" porque los servicios secretos fueron utilizados "con fines de pasión política" y el propio Estado fue "secuestrado, acaparado por clanes" animados por "rivalidades políticas", mantuvo el líder socialista. El Ejecutivo de Villepin es "un campo de batalla, un matadero", donde el "odio es el sentimiento común", según Hollande, para quien la "única salida" es "un cambio de Gobierno".

También por "el interés nacional" justificó Bayrou su decisión inédita de "dar el paso" de votar la moción de censura socialista, algo sin precedentes desde la creación de su partido, en 1978. Para Bayrou, Francia ha atravesado un "umbral intolerable" con esta crisis, que "daña" su "imagen y prestigio", y consideró que no es bueno que se continúe en "esa descomposición durante aún un año". Es la "rivalidad" entre Villepin y Sarkozy lo que "ha podrido todo", según Bayrou, para quien el "caso Clearstream" pone de relieve una "crisis de régimen", por lo que pidió pasar de la actual V República, que definió como una "monarquía republicana", a una república "moderna", con un reparto más equilibrado de poderes.

Molesto por la actitud de Bayrou, el presidente del grupo UMP en la Cámara, Bernard Accoyer, que denunció el estilo "inquisitorial" de la oposición, amenazó a los diputados de UDF que votasen la moción con represalias en las próximas Legislativas de 2007. El único ministro del Gobierno de Villepin de signo UDF, el titular de Educación Nacional, Gilles de Robien, aseguró que Bayrou ha asumido "el riesgo de la muerte de la UDF", al tiempo que dijo que "no se imagina" apoyarle en las Presidenciales de 2007.

Por su parte, el comunista Alain Bocquet denunció la "política siniestra y cínica" de Villepin y aseguró que a este Gobierno sólo le queda una cosa por hacer: "irse".

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