(Libertad Digital) Este domingo concluyó la Cumbre Iberoamericana. En la rueda de prensa durante la jornada de clausura, el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero se ha limitado a recordarle a Hugo Chávez que "hay que referirse a los demás con respeto", después de que el mandatario venezolano calificara de "fascista" a Aznar y "golpista" a la CEOE.
Durante su alocución, Chávez aseguró que los empresarios "apoyaron el golpe de abril...", después de que la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE) remitiera a Bachelet un comunicado en el que se exponía la preocupación de los empresarios por la situación de las inversiones extranjeras en países iberoamericanos como Venezuela, Bolivia y Ecuador. En el mismo discurso, Chávez tildó al ex presidente del Gobierno José María Aznar de "fascista".
Este sábado, Zapatero, ante tal escenario, ha asegurado que Moratinos "ya se refirió a esas palabras, y que en más de una ocasión he conversado con Hugo Chávez sobre que hay una regla esencial en las relaciones diplomáticas y es referirse a los demás con respeto, aunque se esté en las antípodas ideológicas". "Esa es la norma de conducta que procuro practicar y que me gusta que practique todo el mundo y más cuando hablamos de países amigos como es Venezuela y España", ha dicho Zapatero sin condenar explícitamente los insultos de Chávez a Aznar y a la CEOE.
Al presidente se le preguntó si había tenido ocasión de tratar personalmente con Chávez estos comentarios. De su respuesta se deduce que no habló con el presidente de Venezuela y dejó en manos del ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, la tarea de transmitir el malestar del Ejecutivo en una entrevista bilateral con su colega venezolano, Nicolás Maduro.
Zapatero recordó que también en más de una ocasión algún dirigente o sector de la opinión pública iberoamericana han hecho apreciaciones sobre las empresas españolas que, bajo su punto de vista, "no se corresponden con la realidad", porque las compañías españolas han hecho un "gran esfuerzo inversor" en la región, que cifró en "más de 100.000 millones de euros".
Además, destacó que de forma "creciente" intentan establecer una "norma de conducta basada en la responsabilidad social" y recordó que el Gobierno "siempre pide" a las empresas españolas que "estén en ese compromiso de responsabilidad social". Lo que no garantiza, precisó, que a veces se produzcan "situaciones de choques de intereses" entre las empresas que prestan servicios y algunos gobiernos, que achacó a ciertas "circunstancias económicas y sociales".
Zapatero aseguró que las empresas españolas están en Iberoamérica "para quedarse" y "favorecer el crecimiento económico y el desarrollo social" y consideró que, "en general, todos los gobiernos latinoamericanos tienen un buen nivel de diálogo con las empresas españolas".
Este sábado en Cope la CEOE se ha defendido asegurando que el comunicado se remitió consensuado por todas las organizaciones empresariales iberoamericanas. Los empresarios rechazan las acusaciones de Chávez asegurando que los empresarios españoles en Iberoamérica "han desarrollado una labor con vocación de permanencia, han mejorado la competitividad global de los países donde invierten y han creado puestos de trabajo y riqueza para la comunidad".