Lo que ya de por sí han revelado las actas incautadas a ETA es lo suficientemente significativo para comprobar hasta qué punto las víctimas han sido un estorbo para los planes del Gobierno en su proceso negociador con los terroristas y, por tanto, un obstáculo a derribar.
Desde el nombramiento de Gregorio Peces-Barba como Alto Comisionado para las Víctimas, cargo inventado por Zapatero, pasando por la desarticulación de la AVT de Alcaraz y la intención de acabar con la ‘rebelión cívica’, hasta los retrasos del Ministerio del Interior en entregar a la Justicia lo que la Asociación de Ayuda a las Víctimas del 11-M reclama en la causa que se sigue contra Sánchez Manzano.
Las víctimas del terrorismo han sido vilipendiadas estos años y han soportado todo tipo de ataques y campañas en su contra. Eso sin contar con la puesta en libertad de De Juana Chaos o el bautizo de Otegi como ‘hombre de paz’.
Peces-Barba ocupó dicho cargo desde finales de 2004 hasta febrero de 2006. Mientras lo ostentó intentó en repetidas ocasiones "comprar el silencio de las asociaciones de víctimas" para facilitar la negociación del Gobierno y ETA, así como "calumniar" y "atacar" al entonces presidente de la AVT, Francisco José Alcaraz, según denunció él mismo.
Y es que Alcaraz fue durante la pasada legislatura la cabeza visible de las víctimas, la voz de la denuncia permanente del "proceso de paz" y la persona que consiguió sacar a la calle a miles y miles de ciudadanos en numerosas marchas en contra de la negociación y por la derrota total de los terroristas.
La campaña contra él fue brutal. Desde los medios de comunicación afines al Ejecutivo pasando por distintos partidos y dirigentes políticos. Tan sólo un ejemplo de ello, fueron las viñetas del hermano humorista de López Aguilar, Sorrocloco,y sus declaraciones llamando a Alcaraz "infame tarado" y añadiendo que "le tocó la lotería" el día en que ETA mató de un bombazo a su hermano y a sus dos sobrinas pequeñas.
En noviembre de 2008, Alcaraz abandonaba la Asociación y su lugar pasaría a ser ocupado por Juan Antonio García Casquero. Durante su presidencia se destituyó a los responsables anteriores y muchos otros dimitieron
Sonado también fue el día en que José Luis Rodríguez Zapatero habló del fusilamiento de su abuelo durante la Guerra Civil en presencia de un grupo de víctimas, entre ellas la madre de Irene Villa, equiparando este hecho con el atentado que ambas sufrieron.
Más reciente ha sido el conocer los obstáculos que el Ministerio del Interior lleva poniendo a la Justicia, de manera continuada, en la causa que se sigue contra el que fuera jefe de los Tedax durante el 11-M, Juan Jesús Sánchez Manzano. No obstante, la asociación presidida por Ángeles Domínguez no cesa en su empeño por saber la verdad del mayor atentado de la Historia de España.
Aún con todo el Partido Socialista, en boca de su secretario de Organización, no ha dudado en proclamar este lunes que "ningún Gobierno ha hecho tanto por las víctimas del terrorismo" como el de José Luis Rodríguez Zapatero, añadiendo que las víctimas "siempre, siempre, siempre tienen razón".