El terremoto electoral que, desde hace meses, dibujan las encuestas en Castilla-La Mancha está provocando las artes "más sucias" del PSOE a fin de mantenerse en el poder. Así lo denuncia el Partido Popular, que augura que de aquí al 22-M el Ejecutivo de José María Barreda utilizará todos los instrumentos a su alcance, principalmente los mediáticos, para atacar a la candidata María Dolores de Cospedal.
En este sentido encuadran la última de Barreda contra la también secretaria general de los populares, y que podría ser constituyente un delito. Según denunció Cospedal en la rueda de prensa posterior al Comité de Dirección nacional, Barreda ha diseñado una "estrategia electoral" consistente en mandar hasta 100.000 mensajes a teléfonos móviles en la víspera de la jornada de reflexión -"Durante la noche del veinte de mayo", según desveló- en contra de los populares.
Por ello, los servicios jurídicos del PP ya están estudiando los planes del presidente castellano-manchego a fin de presentar, en los próximos días, una denuncia por la vulneración de la Ley de Protección de Datos ante la Junta Electoral.
Hasta aquí desde el punto de vista judicial, porque en clave política Cospedal también criticó que, para hacer llegar las proclamas socialistas, Barreda vaya a utilizar "teléfonos móviles públicos" así como "funcionarios y recursos" provenientes de las arcas autonómicas.
Todo, aseguran ya en fuentes, "por el miedo absoluto a la derrota" del presidente regional, habida cuenta de que según los últimos sondeos (tanto públicos como privados) perderá las elecciones de mayo.
El SMS de Rajoy en las europeas
Lo cierto es que la guerra de los SMS se ha desatado, y no tiene visos de menguar a tenor de que el PSOE ya ha contestado afirmando que hace cuatro años -en la campaña a las europeas- el presidente de los populares, Mariano Rajoy, dio el visto bueno a una campaña parecida:
"Saber que las cosas pueden cambiar es emocionante, pero es mejor creer que podemos contar con tu voto para conseguirlo. Gracias. Mariano Rajoy. PÁSALO".
En la sede nacional de los populares confirman la campaña, pero incluyen un asterisco que -dicen, rotundos- desmonta cualquier tipo de queja desde las filas socialistas: "No utilizó ni dinero ni funcionarios públicos", por lo que fue "impecable" y "perfectamente legal".