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Bauzá, ante Rajoy: "La lengua vehicular la elegirán los padres, no los políticos"

Bauzá recupera, ante Rajoy, su promesa electoral más importante: "Libertad lingüística total". Pide, además, no vender la piel del oso antes de cazarlo.

Bauzá recupera, ante Rajoy, su promesa electoral más importante: "Libertad lingüística total". Pide, además, no vender la piel del oso antes de cazarlo.

De Mahón (Menorca) a Ibiza y de allí salto hasta Palma de Mallorca. Y todo en un solo día. Mariano Rajoy saldó, en la recta final de la campaña electoral, su compromiso con José Ramón Bauzá, que en la última legislatura tuvo la nada sencilla responsabilidad de purgar la formación de vinculados con la corrupción y enfrentarse a un congreso extraordinario para revalidar su liderazgo.

Ambos extremos los consiguió, alzándose con dos hitos en clave popular. El primero, no llevar ningún imputado en sus listas electorales. El segundo, ser el único en haberse enfrentado al formato un militante, un voto tan temido por Génova.

Pero, además, Bauzá entró de lleno en uno de los grandes problemas instaurados por el Gobierno regional -conglomerado del PSOE con partidos minoritarios- copia de Cataluña: la inmersión lingüística. El anuncio lo hizo en Libertad Digital, hace ya ocho meses: "Libertad lingüística total", o -traducido- "volver a la normalidad" dejando de ser el catalán "un requisito".

"Los padres podrán elegir con libertad absoluta la lengua vehicular para la educación de sus hijos", ya sea "el castellano o cualquiera de nuestras modalidades lingüísticas". El objetivo, aseguró, es que "al final el proceso formativo los niños sepan hablar y escribir perfectamente el castellano, una de nuestras modalidades lingüísticas y el inglés". Y remató: "Lo prometo".

Este lunes, en la cuesta final de cara al 22-M, el candidato popular a las Islas Baleares reiteraba este compromiso, pero esta vez ante Rajoy: "Los padres podrán elegir libremente la lengua vehicular" y no "ni los políticos ni los claustros profesionales". El líder de los populares le respondió con cariños: "No lo has tenido fácil, como yo, pero has sabido superar las dificultades (...) Has acreditado temple, mano izquierda y firmeza".

El jefe del PP pisó suelo balear convencido que esta plaza electoral está ganada siendo la legislatura ya extinta un "mal sueño" que permitió depurar lo hecho por Jaime Matas, aquél con el que su día compartió yate. Todas las encuestas, tanto públicas como privadas, les dan mayoría absoluta desde hace algo más de un año, y eso se ha notado por los pocos actos que en esta tierra ha protagonizado.

Rajoy soltó las amarras de su optimismo y vendió, un día más, euforia por doquier. Tanta que entre los populares baleares no ha gustado tanto que se haya vendido la piel antes de cazar al oso. "Esto no está ganado", no se cansa de repetir Bauzá, que incluso escondió sondeos internos muy favorables a fin de que las bases no se duerman. "Hay que salir en masa, ser una marea los que votemos en el PP. Sólo nos vale una mayoría absoluta", arguye en asesor.

Pero el presidente popular hoy estaba en echar el resto y, abierto su libro por el capítulo económico, le dedicó algo más de tiempo en dejar claro que las elecciones del domingo son un plebiscito a las políticas pilotadas por el Gobierno socialista. "Es el primer paso para recuperar un país serio y ordenado. Somos mucho mejores, más serios más fiables que muchos gobernantes que tenemos en este momento", proclamó, machaconamente, en las islas visitadas.

Los estrategas del PP no quieren que los ciudadanos se despisten; los gobernantes socialistas son coparticipes de los errores de Rodríguez Zapatero, "su salvador" hasta no hace mucho. Por ello, Rajoy no se cansa de retratar el escenario nacional: "Esto no es socialismo, ni ideología, ni siquiera ganas de fastidiar. Es incompetencia. Es la única explicación que le encuentro", agregó en Mahón, en referencia al túnel en el que se encuentra la economía española. "España ya no está para bromas", remató.

Tras el periplo balear, la caravana popular pone marcha a Valencia, donde tendrá lugar el acto principal de toda la campaña; será en el coso taurino, de la mano del cuestionado Francisco Camps. Tal vez por ello, Rajoy se cuidó muy mucho de aplaudir las medidas contra la corrupción de Bauzá, que dejó para otro día hacer bandera de una medida, la de excluir a imputados, que Camps incumple empezando por él.

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