La deuda gigante de Castilla-La Mancha y el impago masivo de facturas sigue dando que hablar después de que El Mundo publique este miércoles que el presidente saliente, José María Barreda, sólo podrá pagar las nóminas del mes de junio a sus funcionarios si aplaza el pago a hospitales, farmacéuticas y residencia. El objetivo es abonar 275 millones de euros a un total de 74.000 funcionarios que tiene la Junta.
El gobierno socialista de C-LM debe, por ejemplo, 70 millones al grupo Capio por asistencia sanitaria a fecha de mayo de 2010, otros 40 millones a la Asociación de Residencias de Mayores de Castilla-La Mancha o 7,5 millones a Dokesim, empresa dedicada a la limpieza de hospitales. Esto por poner sólo un ejemplo.
Algunas de estas empresas han anunciado huelgas para presionar a la Junta y otras están advirtiendo que las que no podrán pagar sus propias nóminas son ellas si no se les abonan las deudas.
En este sentido, el problema que se puede avecinar ahora es la cobertura de servicios básicos en una comunidad a la que el Ministerio de Economía ha negado seguir acudiendo al crédito. Se añade a esto que sólo en el primer trimestre de 2011 ya ha rebasado, con creces, el déficit autorizado para todo el año.
Mientras tanto, el popular Leandro Esteban cifró en 7.000 millones la deuda total de la región, de los que 2.000 de ellos serían facturas impagadas a los proveedores. Así, indicó que según datos del Banco de España y del propio Ministerio de Economía la deuda en el mes de marzo ascendía a 5.819 millones, a los que habría que añadir 992 millones de las empresas públicas. Además, a esta cifra se sumarían otros 600 millones correspondientes al déficit cuatrimestral de 2011, por lo que la cifra total estaría en 7.400 millones.