El fallecido este domingo es el sargento primero Joaquín Moya Espejo, que formaba parte del Equipo Operativo de Asesoramiento y Enlace (OMLT) que instruye al Ejército Nacional Afgano (ANA) en las tareas de despliegue de los militares afganos en la provincia de Badghis. El militar recibió un disparo en pecho y falleció cuando era evacuado en helicóptero hacia un hospital de campaña.
El anterior ataque mortal contra las tropas españolas en Afganistán se produjo el 25 de agosto de 2010 cuando fallecieron tiroteados dos guardias civiles, su intérprete y un conductor afgano.
Un accidente suma la mayor parte de las 97 víctimas mortales en Afganistán: 62 militares perdieron la vida al estrellarse en las cercanías del aeropuerto turco de Trebisonda el avión Yak-42 en el que regresaban a España el 26 de mayo de 2003. Mientras, el 16 de agosto de 2005 fallecieron 17 militares al caer el helicóptero Cougar en el que viajaban en un vuelo de reconocimiento en Shindand, cerca de Herat en un suceso que sigue suscitando dudas.
El resto de militares han muerto en tiroteos, ataques con bomba o accidente de tráfico.
Las tropas españolas en Afganistán sufrieron su último ataque hace una semana, el pasado sábado 18 de junio, cuando cuatro militares españoles y un intérprete civil resultaron heridos al estallar otro artefacto explosivo en las proximidades de Ludina (Afganistán), al paso de un blindado 'Lince' en el que viajaban.
En esta ocasión dos de los militares, el teniente A.G.B. y la soldado J.G.L., resultaron heridos de gravedad y ambos sufrieron la amputación de una pierna.