Mariano Rajoy ya introduce a Alfredo Pérez Rubalcaba en sus críticas hacia el Gobierno socialista, pero se refiere a él como "el candidato de Zapatero", haciéndole así partícipe de la herencia política que deja el presidente.
Y es que, aseguran desde el Partido Popular, "Alfredo y José Luis" son la misma cosa, y de ahí que el jefe de la oposición, en su primera intervención tras el Debate sobre el estado de la Nación, les acusara sin distinción de ir "en contra del interés general" por "puro interés partidista".
Rajoy volvió a desembarcar en Sevilla con toda su cúpula para la 18º Unión Intermunicipal Popular, que reúne a los más destacados alcaldes de la formación. La diferencia de afluencia antes y después del 22-M fue más que visible, tal y como se encargaron de corroborar fuentes de la organización.
Ante ellos, el jefe del partido les dijo que las elecciones municipales y autonómicas demostraron las ansias de cambio de la ciudadanía, también en Andalucía, que celebra comicios en 2012 y que, según todos los sondeos, ganará Javier Arenas.
A caballo con este argumento, Rajoy volvió al terreno nacional para constatar, a tenor de los últimos datos económicos como la paupérrima venta de coches nuevos, la "absoluta y total falta de certidumbre" en la que se encuentra el país.
Por ello, y con un nivel de vehemencia aún mayor si cabe al del expresado esta semana en las Cortes, urgió a un adelanto electoral: "Los españoles están ansiosos, quieren ponerse manos a la obra ya", exclamó, a la par que dibujó a un Ejecutivo instalado "en una montaña rusa en la que no sabemos lo que va a aprobar hoy o mañana".
"Todo está en el aire", esgrimió para escenificar una situación muy preocupante en la que el Gobierno está más preocupado en el "interés partidista" que en sacar a España de la recesión. "No dejar hablar a los españoles es otro freno más en la crisis", destacó, recibiendo la ovación de un auditorio hasta la bandera.
En conclusión, los socialistas "ya han hecho mucho daño a los españoles" y de ahí que la ciudadanía no esté "para perder más el tiempo". Frente a ello, se fijó en el PP y, en concreto, en la nueva hornada de ediles, que este mismo viernes firmaron un documento a favor de la austeridad y del control en las cuentas. "Exijo que cumpláis el programa", sentenció.
"Tenemos un Gobierno que es capaz de sacrificar a España con tal de mantenerse a flote unos meses", resumió María Dolores de Cospedal, que volvió a enfundarse en el traje de secretaria general. Y esto, remató, "es lo peor que le puede pasar a un país y es lo que tenemos en este país".