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Rajoy presenta su plan de rescate para una España "en emergencia"

Sólo se ha aprobado aquello que, de verdad, se puede cumplir. Es el compromiso de Rajoy, que defendió un programa reformista con más de 400 medidas de choque.

Mariano Rajoy puso "letra" a su compromiso para con los españoles. Presentó, ante el Comité Ejecutivo Nacional -compuesto por todo aquél que es alguien en el PP- su Programa Electoral. En total, 407 medidas (desvelaron las 100 más importantes, el resto se conocerán el martes) que pretenden servir de desfibrilador para un país que lleva demasiado tiempo sin pulso. La última mala noticia, que la economía registró crecimiento nulo en el tercer trimestre.

"Vivimos una situación difícil, tal vez la más complicada a la que se tenga que enfrentar un Gobierno en democracia", dijo, sin medias tintas, el presidente del PP. Rajoy hizo un discurso que más bien parecía de investidura; una comunicación directa con los ciudadanos en la que les decía que el nuevo tiempo va a ser duro pero que no hay que perder la esperanza.

El candidato más presidente admitió: "No todo se resuelve con el cambio político, pero nada se puede solucionar sin ese cambio". Y añadió, en su única referencia al "pasado" -en alusión al Gobierno socialista-, que no se saldrá del túnel con las recetas de su rival en las urnas, al que nunca menta, Alfredo Pérez Rubalcaba.

El programa, que recibió el "sí" unánime del núcleo duro del PP, no se traduce "en un puñado de promesas, sino en un listado de tareas", puntualizó Rajoy, que reconoció con crudeza que le hubiera gustado hacer un proyecto con más reformas, pero que no las incluye porque está seguro de que las pueda llegar a cumplir. "No comprometeremos cosas que, aunque nos gustaría hacerlas, no es seguro que las podamos hacer", afirmó.

De hecho, de puertas para adentro, los populares se quejan de que la información proveniente del Ejecutivo sobre las arcas es prácticamente nula. En este sentido, destacó: "No es tiempo de prometer sino de resolver. No es el tiempo de anuncios, rectificaciones o excusas sino de aprobar soluciones".

Rajoy ahondó aún más en esta idea: "No hay lugar para el márketing o el artificio, no buscamos titulares". Traducido: el PP se compromete, una por una, a cumplir las 407 medidas aprobadas. "No se promete nada que no se pueda cumplir". De ellas, le inmensa mayoría están centradas en el empleo, pero también se tocan todos los palos. Una guía de acción que incluye seis ejes fundamentales: 

  • El crecimiento económico y la generación de empleo. "Tenemos que poner las bases de una economía más competitiva para recuperar la confianza y volver a hacer de España el mejor lugar para invertir y crear empleo", reza el Programa.
  • La mejora de la educación. "Esta es la clave de una sociedad de oportunidades. No nos podemos resignar a dar por perdidas generaciones de españoles".
  • La garantía de la sociedad del bienestar y de la protección social, mediante las reformas que aseguren "las prestaciones a las futuras generaciones". La clave: sanidad y educación.
  • La reforma y la modernización del sector público bajo los principios de austeridad, transparencia y eficacia.
  • El fortalecimiento institucional y la regeneración política. "Necesitamos instituciones fiables, previsibles, la vuelta del respeto de la la ley y a la seguridad jurídica", destacan en el PP. En este punto incluyen la lucha antiterrorista y la promesa de no negociar jamás con ETA.
  • El proyecto exterior de nuestro país, "volver a ser fiables y creíbles en el mundo. Tenemos que aprovechar las oportunidades de la globalización para nuestra sociedad".

"Claridad, rigor y decisión", remachó Rajoy, y todo bajo la base de "los principios que nos han inspirado siempre", mandando así un recado a esa base electoral inquieta con su discurso, que en ocasiones considera ambiguo. Las mayores dudas siempre se han centrado en su postura sobre ETA, y de ahí que el candidato reiterara que no negociará con la banda terrorista, independientemente del escenario. En términos parecidos también se pronunció, en su intervención cerrada a los medios, María Dolores de Cospedal, que mentó a las víctimas y recalcó que el último comunicado es fruto del estado de Derecho.

Eso sí, el verdadero protagonista, el hilo conductor del programa, es el empleo. Así lo apuntó Rajoy, que habló de una auténtica "emergencia nacional". Frente a ello, avanzó un plan "completo y coherente" de reformas con varias claves: cuentas públicas en orden, crédito para financiar "la recuperación", saneamiento del sistema financiero, reforma del mercado laboral (con especial referencia a la simplificación de los tipos de contrato) y un largo etcétera. La inmensa mayoría de las medidas van dedicadas a este sentido.

En la reunión del órgano, celebrado en un impresionante convento situado en el casco histórico de Santiago, también tomaron la palabra -además de Rajoy y Cospedal- el cerebro del texto, Baudilio Tomé; y la directora de campaña, Ana Mato. Escuchándoles, alrededor de ochenta altos cargos, pero con ausencias destacadas: no estuvieron Esperanza Aguirre (Madrid), José Ramón Bauzá (Baleares), Ramón Luis Valcárcel (Murcia), Pedro Sanz (La Rioja) o Soraya Sáenz de Santamaría, que ya no viaja por su avanzado estado de gestación.

Nadie de los presentes puso un pero, no hubo de hecho turno de réplica -ése que tanto utilizaba Manuel Fraga, ahora con un muy delicado estado de salud-. "El PP tiene claro lo que hay que hacer. Lo tenemos claro. El objetivo está muy bien definido", expuso Rajoy, que al principio, durante y al terminar su discurso, insistió: "Sabemos lo que hay y sabemos que es difícil, difícil".

No hay, hoy por hoy, brotes verdes, pero "la sociedad está a la altura y da la talla", sentenció un Rajoy tan presidente que a veces confunde las formas verbales y ya se sitúa en el día después del 20-N. "La tarea que tenemos por delante es gigantesca", por lo que se reafirma en gobernar "con verdad, responsabilidad, garantía y rigor". Pero, y en un guiño importante, aseveró: "Vamos a buscar complicidades con otras fuerzas políticas. Hablaremos con todos aquellos que quieran hablar con nosotros. Creo que es compatible la firmeza y la garantía con el diálogo y el entendimiento".

Así, convocó a los españoles a que "se sumen al cambio" y, según los sondeos internos que maneja, parece que no va por mal encaminado. Rajoy aspira a dar la sorpresa en Cataluña, País Vasco y Andalucía, lo que quedaría traducido en 15 puntos de ventaja con respecto al PSOE. Total: mayoría absoluta.

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