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LA EVOLUCIÓN DE RUBALCABA Y RAJOY

Así se fabrica una imagen: del pelo de la dehesa a la barba de tres días

En el debate también se vivió la batalla del estilismo entre dos candidatos que se han caracterizado por no tener un especial cuidado por su imagen.

El debate electoral que protagonizaron este lunes Alfredo Pérez Rubalcaba y Mariano Rajoy ha puesto de manifiesto la evolución que ha experimentado su imagen en dos políticos que se han caracterizado tradicionalmente por un aparente desdén en estos asuntos.

El papel de sus asesores ha sido clave y han llegado a transformar a dos políticos que hace apenas 20 años parecían salidos de mayo del 68. En el debate se llegó a la máxima expresión en esta transformación. A pesar de sus distantes trayectorias ayer la imagen mandaba y se pudo ver a dos candidatos con barba, algo único y realmente extraño, bien recortada y hasta coincidiendo con el tono de la corbata.

Lo que no ha cambiado en Rubalcaba con el paso de los años es en su predilección por las camisas azules. Y esto le viene desde sus inicios en política. Ayer optó por una camisa con cuello italiano que buscaba que su cara ya alargada de por sí, no lo pareciera aún más. Sin embargo, la elección del traje no fue del todo acertada y a un cada vez más delgado candidato socialista le quedaba ancho de hombros.

Más llamativo fue el look del candidato popular. Clásico por antonomasia y tampoco excesivamente preocupado por su imagen, Rajoy también apareció con la barba bien recortada y con un traje más juvenil que a los que tiene acostumbrados a sus votantes. Al igual que su rival, eligió para su camisa un color muy usado en su trayectoria, el blanco. El líder del PP optó por un cuello de camisa francés y un traje más estrecho, más al estilo americano, lo que le daba una imagen más afable.

Lo de ayer fue el culmen del arduo trabajo de sus asesores durante años. Rajoy y Rubalcaba nunca han marcado estilo por su forma de vestir y siempre se han preocupado más bien poco por su estilismo. De hecho, esta campaña presenta una novedad en España, la lucha entre dos candidatos con barba.

Esta similitud entre ambos también ha ido evolucionando conjuntamente. Ambos han pasado de tener barbas pobladas y bastante descuidadas a unas más perfiladas y recortadas que se adecuan más a una edad más lejana de sus inicios en política. Además, el paso de los años no ha pasado en balde y las canas aparecen ya en sus caras sin que les preocupe demasiado

Pero esta opinión no es la misma para sus cabellos. Ambos han apostado de manera premeditada por el tinte para ocultar las canas, algo que a ambos candidatos les ha preocupado sobremanera durante los últimos años. Esta postura con su pelo contrasta con la negativa de Rubalcaba de mitigar los efectos de uno de sus defectos más criticados, su dentadura. El socialista se ha negado, pese a la petición de sus asesores, a ponerse unas fundas dentales, lo que muestra a las claras el interés del socialista en dar una imagen cuidada.

El candidato del PSOE no se ha caracterizado ni ahora ni en su época con González por intentar conjuntar camisas, corbatas y trajes. No pertenece a la raza de políticos impolutos que cuidan su imagen al más mínimo detalle. Por ello, se le puede definir en este ámbito como muy poco imaginativo a la hora de vestir.

A esta misma escuela pertenece Mariano Rajoy. A diferencia de compañeros suyos como Zaplana, Rajoy nunca se ha preocupado por su estilismo. Sólo cuando llegó a la presidencia del PP sus asesores le han ido transformando poco a poco, y no sin esfuerzo. Hasta entonces su barba, que le ocultaban sus mejillas, sus grandes gafas y sus combinaciones no han sido acertadas.

Sin embargo, el popular se ha dejado aconsejar mejor por sus asesores y ayer también venció a su rival en cuanto a su imagen y al estilismo.

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