Siete horas de Comité Federal ininterrumpido que comenzaban, en palabras de un dirigente socialista, como cuando uno se acerca a una piscina y mete el dedo gordo del pie para comprobar si el agua está fría o caliente. Nadie desvela sus cartas pero todos hacían gestos. 45 intervenciones. Uno de los Comités más largos que se recuerdan y de los más duros: "Esta crisis no la resolvemos ni con twitter ni con un congreso de trámite", decía otro a la salida.
Tal y como habían adelantado fuentes socialistas a Libertad Digital, Alfredo Pérez Rubalcaba, no ha enseñado sus cartas. El derrotado candidato a La Moncloa no ha anunciado formalmente si será candidato al 38º Congreso, pero en su discurso lo daba por hecho. Arrogándose el papel de líder de la oposición, ha reconocido que ha estado "pensando" en esta semana y que no hay cambios.
"Hay que extraer conclusiones sí, pero no he cambiado ninguna de mis convicciones. En esta semana no he cambiado ninguna de mis convicciones ni la voluntad de defender la libertad de los españoles...". Y se ha referido a las ideas fuerzas de su campaña en referencia a la defensa de la educación, la sanidad y las prestaciones por desempleo.
Rubalcaba ha abogado por "fortalecer nuestro partido porque hay una mayoría progres que sigue existiendo". "Ahora toca una oposición centrada, no despistada ni desorganizada".
Un punto en el que ya hablaba de sus planes como líder de la oposición: "No vamos a brindar ni en publico ni en privado cuando haya una mala noticia ni pondremos palos en las ruedas a las medidas que puedan beneficiar a los españoles", ha dicho en claro reproche hacia la tarea de oposición del PP a lo largo de estas dos últimas legislaturas.
"La fuerza de un partido: escaños y votos, pero también capacidad de proponer"
Se ha mostrado convencido de que ha sido la crisis económica la que ha lastrado esos resultados del PSOE y no "una derechización de la sociedad" pues "el PP no ha conseguido llegar a los once millones de votos como nosotros en 2008". Un techo electoral del PP por el que ha añadido: "No hay resultado electoral que me convenza de que los españoles hayan votado una salida de la crisis diferente a la que proponíamos nosotros".
Sobre el 38º Congreso del PSOE que tendrá lugar en Sevilla los días 3, 4 y 5 de febrero abogaba por lo siguiente: "tiene que ser abierto y participativo. Cuanto más democrático, mejor. Democracia, democracia y democracia; y después, unidad e integración. Eso es lo que José Luis supo hacer con un inteligente manejo interno del partido".
Y ha concluído agradeciendo a José Luis Rodríguez Zapatero su "mejor herencia" que es "la capacidad de poner por encima de los intereses del partido los intereses de España" y su capacidad de integración: "Yo soy exponente vivo de tu capacidad de integracion aquí hay alguno más ...gracias".
Zapatero, árbitro de transición
El primero en intervenir en el Comité Federal del PSOE hacerlo ha sido el todavía secretario general, José Luis Rodríguez Zapatero, que ha comenzado haciendo autocrítica tras los malos resultados del PSOE el 20-N pero también, ha dicho, "en un contexto especialmente adverso".
Zapatero ha abogado por "recuperar la confianza de los ciudadanos como un partido que es capaz de gestionar la economía y fomentar el empleo". Una tarea que ha dejado para "el futuro la que gestionará la nueva direccion del partido, la que salga de el proximo congreso".
Ha reconocido que los socialistas "salimos heridos de esta derrota", pero "esto no merma ni un ápice mi confianza en nuestro futuro, en nuestra trayectoria y en la confianza que depositan los españoles. La historia de nuestro partido se escribe congreso tras congreso". Y por ello ha abierto la veda: "Este es ya el tiempo del congreso, de los militantes, de la nueva estapa".
Sacan los cuchillos
Dos discursos en abierto para la prensa que no han sido recibidos de buen grado por el máximo órgano entre congresos del PSOE. Si al inicio medían la temperatura, en el auge del debate
No hacía falta sacar el mercurio para certificar el punto de ebullición. El grueso de las críticas contra la gestión de una crisis en la que Zapatero reconocía "errores de gestión y de comunicación", y la campaña "en negativo" y no en positivo. Era en el primer punto en el que os cuchillos se ponían ya sobre la mesa aunque de momento no se empuñan. El debate se ha centrado en un porcentaje: el de la culpa de la crisis en la debacle electoral. Principal excusa esgrimida por Zapatero y Rubalcaba que no ha convencido a los miembros del máximo órgano del partido entre congresos. Un debate intenso en el muchos dirigentes opinaban la crisis sólo ha sido causa de la derrota en un 50 o 60% de la crisis, pero hay un componente interno de gestión del PSOE.
Según cuentan fuentes socialistas a LD, tantas han sido las intervenciones en este sentido que Zapatero ha tomado de nuevo la palabra para cuestionar que se debata. "No es una crisis más. No hay un precedente en la historia en que tres países europeos hayan hecho default", ha dicho el todavía secretario general.
El todavía líder del PSOE también se ha referido a la propuesta de Juan Carlos Rodríguez ibarra de formar una gestora con Rubalcaba al frente en esta etapa de transición, y que ha esbozada por algunos d elos intervinientes: "No tiene sentido", ha dicho Zapatero.
El segundo frente de las críticas ha motivado la gran novedad de este Comité federal: la intervención de cierre. No para el secretario general como es de rigor, para Zapatero sino para Rubalcaba. Ha sido él quien, ante las críticas por la campaña, ha recibido el rejón de sus compañeros. Una ‘pelea’ que no ha sido bien encauzada por los máximos dirigentes socialistas y que ha motivado la intervención final del derrotado candidato a La Moncloa. Para algunos, un gesto "muy significativo"; para otros, tan sólo una forma de defenderse en un momento en el que se sentía aludido.
Rubalcaba se ha sumado "al 100%" a la intervención de Rodríguez Zapatero ante la "magnitud de una crisis" que "la crisis golpea a los gobiernos, sean de izquierdas o de derechas". Y ha querido poner en valor su programa: "coherente, sólido y bien estructurado". Ha instado a adoptarlo de cara al próximo periodo para "tener un proyecto claro y de alternativa de un Gobierno sólido que npo tienen el resto de los grupos de la oposición".
Y ha concluido hablando de los trackings y sondeos internos que ha ido realizando su equipo durante la campaña electoral: "nunca había visto tal índice de preocupación ante la situación que se está viviendo".