La reforma laboral será "crucial" para España y para Europa. En estos términos se pronunció el vicepresidente de la Comisión Europea, Antonio Tajani, tras reunirse a primera hora de la mañana con su colaborador y amigo Mariano Rajoy. "No hay tiempo para más, hay que actuar ya", añadió un alto cargo del partido, en el meollo de las negociaciones.
El presidente electo vive estos días una particular maratón que tiene como objetivo final que el país entre "vivo" en el año 2012. Y de ahí que de sus cuatro grandes prioridades, una sea la de desatascar el conflicto entre sindicatos y patronal y hacer ver a la Unión Europea que también en este ámbito se cumple.
Quiere simplificar los contratos y flexibilizar los convenios, tal y como expone en su Programa.
El día D para que el marco laboral quede solucionado se ha fijado para este miércoles, en el que Rajoy mantendrá reuniones por separado con los actores principales: Ignacio Fernández Toxo (CCOO) a las once de la mañana, Juan Rosell (presidente de la CEOE) a la una y Cándido Méndez (UGT) a las cinco de la tarde. A cual romería, los tres peregrinarán hasta la séptima planta de Génova13 para ser recibidos por el futuro jefe del Gobierno.
En la sede del PP admiten que, a priori, esperan más problemas de los sindicatos. Entre otras cosas porque no pocos dirigentes importantes vislumbran "una huelga general en los primeros meses de legislatura", habida cuenta de las importantes reformas que tendrá que emprender el Ejecutivo. Desde la patronal tampoco se lo van a poner fácil: “Que se dejen ya de titulares”, reclamó este mismo martes Rosell.
Ahora bien, las fuentes consultadas hacen de pepito grillo y recuerdan que Rajoy habló de "buscar consensos" pero, a renglón seguido, de no temblarle el puso "y gobernar" para sacar al país adelante. Por lo que, en las citas ya programadas, el presidente electo les dirá a los implicados que "sí o sí" la reforma tiene que salir adelante, por lo que "no hay tiempo para tiras y aflojas".
Un miembro del equipo económico explicaba la situación, en conversación informal: "La cosa está muy clara: Bruselas nos está asfixiando y le tenemos que dar motivos para que afloje porque sino podemos acabar sin respiración". Motivo de peso, arguyen en el PP, para que Rajoy sea muy firme en sus postulados.
La intención final es que, tras los encuentros, puedan sacar una nota conjunta en la que se hable "como mínimo" de avances "muy significativos". "En un plazo urgente tiene que estar la reforma", zanjó María Dolores de Cospedal el lunes, en el que dio a conocer la apretada agenda del futuro presidente.
De partida, ya cuentan con el respaldo de las instituciones europeas, personificadas en Tajani, que dijo de Rajoy: “Su Gobierno va a trabajar por la recuperación del déficit y a favor de las reformas. Me gusta mucho su discurso sobre la reforma laboral y sus propuestas sobre las Pymes”.
Reuniones discretas
En paralelo, la transición continúa y los equipos de Soraya Sáenz de Santamaría, uno más político y otro exclusivamente económico, siguen requiriendo información al gabinete saliente, que se resiste a poner algunos informes encima de la mesa. La que está llamada a ser vicepresidenta primera, según todas las quinielas, informa puntualmente al jefe, que es consciente de que “hay cosas que no cuadran”.
En la mente de Rajoy, su cita de Marsella la próxima semana, en la que se reunirá con el francés Nicolás Sarkozy y la alemana Ángela Merkel. Entonces, también se habrá citado con los presidentes autonómicos del PP, esperando obtener de ellos un compromiso sobre el déficit, último de los palos para mandar un mensaje de confianza. Quiere llevar debajo del brazo acuerdos concretos y tener una idea más o menos certera sobre cómo están las arcas patrias.