La sucesión en el PSOE sigue estando en boca de todos; de todos menos en la de los socialistas. Cautela máxima, silencio casi sepulcral.
La doble derrota electoral en sólo seis meses ha colocado a todos sus líderes en una situación de debilidad y provisionalidad. Según distintos dirigentes, cuadros y parlamentarios consultados por Europa Press, al hecho obvio de que el voto de los delegados al Congreso es secreto se suma el malestar que los territorios arrastran desde las elecciones autonómicas y municipales. Por eso, los líderes regionales se esfuerzan por guardar el equilibrio y no dar pistas sobre sus preferencias para el próximo liderazgo.
Pero tampoco lo están haciendo las dos personas que presuntamente tienen toda la intención de dar el paso a aspirar a la Secretaría General del partido: Alfredo Pérez Rubalcaba y Carmen Chacón. Los dos parecen estar hablando con sus allegados y tanteando apoyos.
No quieren precipitarse y sopesan a quién le conviene más lanzarse antes. Como punto de referencia, sobre todo para Rubalcaba, parece estar la investidura de Mariano Rajoy.
Pero algunos socialistas empiezan ya a impacientarse y tienen la sensación de que el candidato del PSOE en estas elecciones y la ministra de Defensa en funciones están "vigilándose" mutuamente y haciendo demasiados cálculos. Lo que deberían hacer, sostiene un dirigente, es mostrar decisión y liderazgo en un momento de incertidumbre general en España y poner fin a una demora que "les hace perder fuerza".
El tapado del PSOE
Paralelamente ha ido perdiendo potencia la denominada tercera vía. Ningún militante socialista se ha postulado para ser secretario general. Y los nombres que sonaban con más fuerza la han perdido al apresurarse ellos a descartarse. Es el caso, por ejemplo, de Patxi López o Eduardo Madina.
Pocos se atreven pues a aventurar nombres. A excepción de un dirigente socialista. Lo cuenta este domingo El País. Leire Pajín, Emiliano García-Page, Eduardo Madina, Susana Díaz, Óscar López, Juan Moscoso, Pilar Alegría, Laura Seara y César Luena fueron citados por el periódico para una sesión de fotos y algunas preguntas. Se quería representar a la nueva generación del PSOE. Nada interesante dijeron a ‘micrófono abierto’.
Aunque ya a la salida, como si de un Gran Hermano se tratara, preguntaron a uno de ellos, sin lo demás delante, sobre cuál de todos era el mejor, el que más posibilidades tendría de acceder en febrero al gran cargo. "Y contestó sin dudar con el nombre de pila del candidato tapado. No es ni Alfredo Pérez Rubalcaba ni Carme Chacón". Al parecer es una persona joven, preparada, con buena imagen y gran capacidad de comunicación, 'que ha leído dos libros y algo se le ha quedado', contestó con ironía el dirigente socialista en cuestión. "Sabe que puede", pero "no se atreve". Por "lealtad no quiere".