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La Audiencia condena a 32 años de cárcel al asesino de Pagazaurtundua

Lo condena por los delitos de asesinato y de tenencia de explosivos pero lo absuelve de un delito de integración en organización terrorista.

Lo condena por los delitos de asesinato y de tenencia de explosivos pero lo absuelve de un delito de integración en organización terrorista.

La Audiencia Nacional ha condenado este miércoles a 32 dos años de cárcel a Gurutz Aguirresarobe por el asesinato del sargento de la Policía Nacional, Joseba Pagazaurtundua, quién perdió la vida en el año 2003 en el bar Daytona de la localidad guipuzcoana de Andoain.

Según relata la sentencia "sobre las 9:30 horas del sábado 8 de febrero de 2003 Gurutz accedió al bar, tomó asiento en un taburete de la barra, cerca de la puerta de entrada, donde pidió un café con leche y procedió a leer un periódico que había sobre la barra, haciendo uso de unas gafas correctoras. Transcurridos varios minutos, en torno a las 9:53 horas, cuando solo quedaban en el mostrador dos clientes y la empleada del establecimiento, bajó del taburete y se dirigió hasta la mesa situada enfrente del mostrador, donde se hallaba sentando leyendo el señor Pagazaurtundua y, de pie frente a dicha persona, extrajo el arma de fuego que portaba escondida y le disparó cuatro proyectiles, que alcanzando las zonas vitales de la víctima, causaron su fallecimiento el mismo día".

Para condenar a Aguirresarobe, la Sección Tercera de la Audiencia, presidida por el magistrado Alfonso Guevara, considera como pruebas directas los testimonios de los tres testigos que se encontraban en el establecimiento en el momento de los hechos –la camarera y los dos clientes anteriormente citados- así como el análisis de ADN del acusado obtenido en la fase de instrucción de la causa.

Los jueces dan total credibilidad a las declaraciones de los testigos durante el juicio identificando a Gurutz Aguirresarobe como el ejecutor material de los disparos: "creemos imposible que yerren".

Además, la Sala dispone de la "certeza absoluta" de que el terrorista sabía que Joseba Pagazaurtundua estaba dentro del citado establecimiento y que, por esta razón, esperó unos minutos "para generar una atmósfera de tranquilidad y de cercanía a la víctima" hasta que se decidió a apretar el gatillo.

"La circunstancia de haber propiciado el agresor un rato de espera como cliente, periódico en mano y con una taza de café con leche, dio lugar a que la víctima abandonara cualquier medida de vigilancia", señala el tribunal en la resolución.

Por otro lado, la Sección Tercera considera de suma importancia la muestra de ADN obtenida durante la instrucción de este procedimiento por parte del magistrado Fernando Grande Marlaska quien obtuvo sus huellas de la botella de agua donde bebió Aguirresarobe mientras era interrogado es "suficiente". El análisis genético obtenido de la botella fue posteriormente cotejado con el ADN de la taza de café del bar Daytona concluyendo los peritos en que era coincidente.

Antes estos indicios, los jueces condenan a Aguirresarobe por los delitos de asesinato terrorista y tenencia de explosivos pero lo absuelven del delito de integración en organización terrorista. El argumento que dan su señorías es que "no hay datos" que permitan ubicar al acusado en "un comando, talde o cualquier otra agrupación" de ETA aunque la Audiencia no alberga ninguna duda de que Gurutz Aguirresarobe actuó "fanatizado por su ideología al servicio de la banda criminal" y siguiendo "directrices" de la organización terrorista.

Junto a la condena de 35 años de prisión, la Sección Tercera condena al asesino a pagar una indemnización de 400.000 euros a la viuda de Pagazaurtundua, Estíbaliz Garmendia, y con 200.000 euros a cada uno de sus dos hijos.

Asimismo, los jueces imponen a Aguirresarobe la prohibición de acercarse a menos de 50 kilómetros a la familia del sargento asesinado y a su lugar de residencia en el plazo de diez años una vez alcanzada la libertad.

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