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González Pons, Pastor y Gallardón ven más cerca el Consejo de Ministros

Tras la primera ronda de nombramientos, llega el turno de los ministros. Algunos candidatos ven más abiertas las puertas del Gobierno.

Tras la primera ronda de nombramientos, llega el turno de los ministros. Algunos candidatos ven más abiertas las puertas del Gobierno.

Los que ayer eran ministrables hoy lo son un poco más. Cuentan los propios protagonistas que el tiempo de espera se les está haciendo eterno; que parece como si no pasaran los días. Pero lo cierto es que la primera criba deja a un grupo determinado de dirigentes del partido a las puertas de La Moncloa.

Evidentemente, arguye uno de los actores, Mariano Rajoy introducirá "alguna novedad", como el caso de Jesús Posada en el Congreso de los Diputados. Pero, añade, en el Consejo de Ministros "tendrá que haber mucho partido", dirigentes que le han acompañado en la larga travesía del desierto.

Una de esas personas es Esteban González Pons, a quienes muchos situaron como portavoz, y cuyo nombre hoy se vincula con más firmeza que nunca al gabinete de Rajoy. Algo, por otra parte, que siempre defendieron miembros del denominado aparato o barones regionales de peso. El puesto que le casa como anillo al dedo sería el de la portavocía pero, en caso de que recayera en Soraya Sáenz de Santamaría junto al de vicepresidencia primera, hay quien le sitúa en Trabajo. Así lo publicó Libre Mercado, y tras él otros medios de comunicación.

Alberto Ruiz Gallardón también es de los fijos. Esquivada la Carrera de San Jerónimo, mira ya a ese Consejo de Ministros en el que cada vez son más los que le ubican al frente de la cartera de Defensa. No en Justicia o Interior, en la que suena con insistencia premonitoria el nombre de Ignacio Astarloa, más en el caso del primero, con la Carrera Judicial a su favor.

En el PP tampoco dudan de que Ana Pastor formará parte del grupo de elegidos. Asuntos Sociales y Sanidad son sus fuertes, y las fuentes consultadas corroboran que éste será su ámbito, más que nada porque ha sido la voz autorizada en estas materias en los últimos cuatro años.

González Pons, Gallardón, Pastor e incluso Astarloa sonaron como posibles para los puestos que este lunes Rajoy encargó a otras personas, y de ahí que ahora se les vislumbre en la fotografía de familia del próximo día veintitrés. Pero, además de ellos, hay otro núcleo que se ve un paso más cerca.

Para reconocer a esos ministrables hay que volver a ojear ese balcón de Génova en la noche electoral del veinte de noviembre. Apartados las presidentas autonómicas Esperanza Aguirre y María Dolores de Cospedal, Pío García Escudero -flamante nuevo presidente del Senado-, Jorge Moragas -llamado a ser el jefe de la fontanería del palacio presidencial- y los citados Pons y Gallardón, la instantánea deja a otras tres personas: Sáenz de Santamaría, Miguel Arias Cañete y Ana Mato.

La primera ha ocupado el principal cargo en esta transición; el de jefa del traspaso de poderes, incluyendo reuniones con los diferentes grupos parlamentarios. Rajoy le tiene reservada su vicepresidencia política, según todos los consultados. Al ex ministro Arias Cañete se le ve en Exteriores, más aún después de su destacadísimo papel en la cumbre de Marsella, donde capitaneó la delegación española. Las dudas se desatan con Mato, si bien Rajoy -este lunes, de nuevo- le felicitó en calidad de directora de campaña. En caso de que no fuera al Ejecutivo, sí o sí tendría que dar un salto en el organigrama del PP, más aún siendo la número tres de la lista electoral por Madrid.

Por su parte, Cristóbal Montoro -que no estuvo en la foto de Génova, por ser número uno pro Sevilla- sigue, aún hoy, ejerciendo de portavoz económico del partido, a pesar de que la lista de posibles vicepresidentes en este ámbito crece día tras día, apuntando a Luis de Guindos, José Manuel González Páramo, Jaime Caruana o Josep Piqué, entre otros. Pese a todo, fuentes no exentas de importancias insistieron, este mismo lunes, es que Montoro "favorito" para participar en el Ejecutivo.

La importancia de las siglas

Un puñado de fijos a los que añadir independientes, como el propio Rajoy dejó entrever. Y, todo, en un gabinete de alrededor de diez carteras, ya que la imagen que quiere transmitir el presidente en ciernes es de austeridad total. "Hay más ministrables que Ministerios", se escucha con insistencia en los círculos políticos. Y, tal vez por ello, Rajoy dio, ante la Junta Directiva Nacional, especial relieve a los cargos dentro de las propias siglas: "Máxima atención al partido", reclamó, porque "tiene que seguir funcionando, integrando gente (...) tiene que seguir siendo el enlace con la sociedad".

"Es un tema capital que todos los que estamos aquí lo estemos por ser miembros de nuestro partido. Esto hay que preservarlo y tenerlo siempre a punto", zanjó ante el órgano más importante entre congresos. Fuentes populares añadieron que el líder quiere tener a personas próximas y eficientes al frente tanto de la Secretaría General, que podría seguir en manos de Cospedal, como e las vicesecretarías generales, en especial la de Organización.

Tras esta intervención, a puerta cerrada, Rajoy emprende la recta final de cara a su ascenso como presidente. Y, junto a él, la nube de ministrables a la espera de la ansiada llamada de teléfono.

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