Menú

Bajo el signo de Amaiur y el Pacto del Majestic II

La apertura de la X Legislatura en el Congreso de los Diputados no fue una sesión precisamente solemne.

La presencia de los diputados de la lista proetarra Amaiur, por muy descontada que estuviera, materializa una cesión en la lucha antiterrorista que hipoteca, se quiera o no, la acción política del próximo Gobierno. ETA ha colocado sus peones en una de las "fábrica" de decisiones cruciales del Estado sin haber dado un solo paso efectivo hacia la entrega de las armas y la disolución. Con un par de comunicados y una "parada técnica" en el asesinato, que no en la extorsión, las puertas del Congreso se han abierto de par en par a sus portavoces. El retorno de la fórmula del "imperativo legal" en el Congreso es para ETA y su entorno un reconocimiento a su perseverancia y a las virtudes políticas del terrorismo como método directo para alcanzar cualquier objetivo, por descabellado o delirante que sea. Más de una década después de que la ilegalización de Batasuna se convirtiera casi sin pretenderlo en uno de los más duros golpes asestados por la democracia a ETA, otra de sus múltiples marcas electorales regresa al Congreso, lo que le proporcionará recursos públicos extras para la financiación de sus actividades y "activistas". Que no tienen la más mínima intención de renunciar a los privilegios del Congreso, de la pensión al ipad, queda demostrado por la treta con la que de momento han logrado formar un grupo. La decisión que debe tomar la Mesa del Congreso al respecto es la primera prueba de fuego del PP en el poder y de ella depende su credibilidad. No es de extrañar así que Zapatero contemplara con arrobo cómo tomaban posesión de sus escaños los diputados de Amaiur, su "solución" al terrorismo y el primer problema de Rajoy.

El segundo hecho destacable en la constitución de las Cámaras fue la reedición del Pacto del Majestic, pese a que la mayoría absoluta de las urnas es interpretada como un mandato claro para no ceder ante los nacionalistas. Rajoy quiere evitar que se hable de rodillo popular, justifican en su partido, pero que CiU disponga de una vicepresidencia de la Mesa, presida dos comisiones parlamentarias y Duran sea el primer líder político recibido por el líder popular no parece abonar el terreno ni para un reajuste del Estado de las Autonomías ni para acometer expedientes como el de la inmersión lingüística en la enseñanza o el uso del castellano en los ámbitos públicos. Tampoco parece la respuesta más adecuada a órdagos nacionalistas como el del referéndum sobre un pacto fiscal para Cataluña, por no hablar de las consideraciones de Duran sobre los andaluces o de la última propuesta de la Generalitat, que pretende cobrar al resto de las Comunidades por los estudiantes no catalanes en las universidades catalanas. Como mínimo, es difícil de justificar, pero explica perfectamente la satisfacción con la que se desenvolvía Duran el primer día de la X Legislatura.

Mariano Rajoy ha hecho toda una exhibición de poder blando con unas concesiones a CiU que son, por el momento, la guinda a un traspaso de poderes que pretende ser modélico respecto a la ausencia de fricción. Eso, a pesar de que el Gobierno en funciones no ha dejado de repartir subvenciones y actuar como si el relevo no fuera a producirse en menos de una semana. Dados los precedentes en los desalojos de Castilla-La Mancha o Extremadura, es evidente que en esta ocasión todo está mejor atado, lo que le ha permitido a Zapatero y a sus ministros disfrutar de un afable almuerzo con los Reyes y los Príncipes al que asistió también la esposa del todavía presidente.

Temas

En España

    0
    comentarios
    Acceda a los 2 comentarios guardados