El día anterior al chivatazo a ETA -3 de mayo de 2006-, se produjo una reunión secreta en La Moncloa, en la que participaron el juez Garzón, Zapatero, Rubalcaba la exvicepresidenta De la Vega, y el entonces secretario de Estado, Antonio Camacho. Pero no fue la única. La Gaceta desvela hoy otro encuentro producido una semana antes, el día 27 de abril de 2006, desde la medianoche hasta las dos de la madrugada.
Al igual que en el anterior encuentro, cuando el juez Garzón acudió a Moncloa, se tomaron toda clase de precauciones: se apagaron las cámaras de seguridad, y Garzón apareció en el Palacio presidencial en un vehículo con las lunas tintadas y con credenciales VIP, lo cual evitó que su visita quedara registrada.
Además, también se repitieron los mismos componentes de la reunión: Zapatero, Rubalcaba, De la Vega, Antonio Camacho y el juez Garzón.
El momento en el que se produjeron ambas reuniones no podría ser más sosechoso. Por aquél entonces, el juez estrella disfrutaba de un año de excedencia en la Universidad de Nueva York, aunque mantenía la titularidad del Juzgado número 5 de la Audiencia Nacional. Fernando Grande Marlaska estaba sustituyéndole en dicho juzgado, y en esos mentos se encontraba perfilando la operación que ejecutaría el 4 de mayo contra el aparato de extorsión de ETA. Entre otras operaciones, incluía el registro del Bar Faisán y la detención del entonces dirigente del PNV, Gorka Aguirre.
Una semana después, el mismo día del chivatazo, Baltasar Garzón llamaría Fernando Grande Marlaska para disuadirle de que no ejecutara la operación contra el aparato de extorsión etarra, tal y como afirmó en sede judicial el comisario José Cabanillas.