ETA existe y, por lo tanto, el Gobierno "seguirá aplicando la ley y el Estado de Derecho". "Es nuestra obligación y mi convicción", sentenció el presidente Rajoy, este mismo martes. Y así se lo dirá al lehendakari tres días después, en su primera cita desde el cambio de color político en España.
Según confirmó el Ejecutivo vasco, Patxi López se trasladará el viernes al palacio de La Moncloa para poner encima de la mesa su hoja de ruta en la lucha contra ETA, y que pasa, entre otros extremos, por el acercamiento de presos. También fue muy crítico cuando el Congreso tumbó la posibilidad de que la marca batasuna de Amaiur tuviera grupo propio.
El encuentro se producirá a las seis de la tarde, tras la reunión del Consejo de Ministros, y será el propio López quien informe de la misma en comparecencia de prensa.
El primer contacto entre el gabinete central y autonómico vasco llegó con la visita, esta misma semana, del titular de Interior, Jorge Fernández Díaz, a Bilbao. Entonces, junto a Rodolfo Ares -consejero del ramo-, el ministro no pudo ser más conciso al advertir de que "hay movimientos de ETA para mantener una estructura larvada en la clandestinidad".
Por derroteros parecidos irá el despacho de Rajoy con López, aseguran fuentes de la administración. Y lo será, destacaron, porque "desde que ganó las elecciones el pasado 20 de noviembre siempre, siempre, ha dicho lo mismo en materia antiterrorista". Por ello, según versión oficial, no habrá entendimiento en cesiones tales como la política antiterrorista, siempre y cuando ETA siga sin anunciar su disolución. "Nuestra postura es inamovible, la que siempre hemos mantenido", remataron desde Moncloa.
"Mientras ETA siga existiendo es una organización terrorista y el Estado de derecho no está en suspenso en España. Un miembro de una organización terrorista es una persona que está fuera de la ley", argumentó el jefe del Gobierno en Lisboa, donde corroboró la alianza sólida en este sentido de su homólogo portugués, Pedro Passos Coehlo.
Por su parte, ya hay fecha para la primera comparecencia del presidente ante la Cámara Baja. Será el próximo 8 de febrero, algo más de una semana después del Consejo Europeo del día 30, en el que España vuelve a jugarse su credibilidad.