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"Si no apoyáis a Chacón me retiro de las autonómicas"

Rubalcaba, víctima del aparato que controló, está preocupado. Fuentes del PSOE adelantan a LD "el puñal de Marcelino" y "los despidos" de Griñán.

Rubalcaba, víctima del aparato que controló, está preocupado. Fuentes del PSOE adelantan a LD "el puñal de Marcelino" y "los despidos" de Griñán.

"A Rubalcaba se la están clavando y no se está enterando". Así resumen fuentes del PSOE a Libertad Digital las horas previas al inicio de un Congreso en el que las malas artes y los cuchillos han empezado a utilizarse con descaro. Tras la llamada de Rubalcaba a Griñán amenazándolo con impugnarlo si éste manifestaba su apoyo a Carmen Chacón, el secretario general de la federación más numerosa de España prometió "neutralidad activa", pero sus movimientos en la sombra dicen exactamente lo contrario.

Al anuncio hecho este jueves por su número dos, Susana Díaz, de que apoyará a Carmen Chacón, se suman unas presiones a los delegados andaluces que, según las fuentes de este diario, están siendo "bestiales", y que el secretario provincial del PSOE de Sevilla, José Antonio Viera, ha calificado de "ilícitas, ilegales e inmorales". Según han explicado las fuentes del PSOE a LD, lo "ilícito e ilegal" pasa por la amenaza que el propio José Antonio Griñán ha realizado a varios delegados andaluces, proclives a apoyar a Alfredo Pérez Rubalcaba, con no ser candidato del PSOE a la Junta de Andalucía si no apoyan a Carmen Chacón. Lo inmoral, consiste en otras amenazas a miembros de las diputaciones provinciales a quienes "incluso les ha amenazado con despidos de sus puestos de trabajo" si no apoyan a la socialista catalana. "Es un chantaje, una barbaridad", denuncian las mismas fuentes a este diario.

La justificación que Griñán ha dado a varios alcaldes de su comunidad autónoma es que "si gana Rubalcaba sería un desastre". De ahí que haya puesto toda la maquinaria al servicio del equipo de Chacón para recabar "hasta el último delegado en Andalucía". Otro argumento esgrimido por Griñán es que "no se ve haciendo campaña con Alfredo", a pesar de que ya la hiciera hace unos meses en la campaña a las Elecciones Generales.

Rubalcaba, "víctima del aparato"

Una situación, según describen, de "muchísima tensión" en la que el equipo de Alfredo Pérez Rubalcaba está "muy preocupado", pues el margen para ganar el Congreso "es muy estrecho". Apelan, como ya hiciera el derrotado candidato a La Moncloa el 20-N, a que "hay mucho voto oculto".

Tras la actitud de Griñán se esconden dos cosas. La primera, su "enemistad profunda" con quien lo nombró en el pasado, Manuel Chaves, y con el exconsejero de la Junta, Gaspar Zarrías. Ambos apoyan abiertamente a Rubalcaba. La segunda, las críticas por la ausencia de renovación del equipo con el que el candidato del PSOE concurre a las elecciones autonómicas. De ahí que la maniobra sea apoyar una cara nueva en la dirección federal para tapar la ausencia de aire fresco en las listas andaluzas.

El "puñal" de Marcelino

Tal parece que Rubalcaba está siendo víctima de su propia medicina. Paradójicamente, quien fuera el candidato "del aparato" en las elecciones primarias se está viendo perjudicado ahora por las maniobras de "los aparatos": Andalucía, Cataluña y Madrid son claves en la elección del futuro secretario general del PSOE y en las tres se producen presiones desde sus barones regionales: José Antonio Griñán, Pere Navarro y Tomás Gómez. A sumar también "el puñal" de Marcelino Iglesias, secretario de organización del PSOE, quien, tras la aparente neutralidad, estaría recabando apoyos en Aragón a favor de Chacón.

Detrás de todos ellos se sitúa una candidata a la Secretaría General del PSOE que no pudo serlo en las primarias y que constituye la mayor paradoja: víctima del aparato en el mes de junio, ya ha aprendido bien cómo moverse en las sombras de Ferraz mientras enarbola la bandera de la democracia interna.  

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