Alberto Ruiz-Gallardón es entrevistado este domingo en las páginas de El País, en la que es probablemente la entrevista más dura que el ministro de Justicia ha tenido en el periódico de Prisa en su ya larga carrera política.
De hecho, la tensión se va mascando bastante pronto en la larguísima batería de preguntas que sortea el exalcalde de Madrid, hasta tal punto que, en un momento determinado, Gallardón afea a la periodista: "Es la tercera vez que usa la palabra ‘endurecer’, que es peyorativa".
No en vano, la entrevista se desarrolla pocas horas después de que Gallardón destapase la caja de los truenos al aludir a la "violencia estructural" que empuja a las mujeres a abortar, por lo que la periodista llega a preguntarle si "el ministro Gallardón es más de derechas que el alcalde Gallardón".
El interpelado, por supuesto, lo niega: "Tengo el mismo impulso de rebeldía que he tenido siempre".
¿Adiós a la política?
Probablemente lo más destacado de la entrevista llega al final, cuando Gallardón anuncia por enésima vez que dejará la política, pero ahora lo liga al destino del presidente del Gobierno: "Cuando Mariano Rajoy la abandone".
Además, y para que no queden dudas afirma "rotundamente" que ha renunciado a intentar ser presidente del Gobierno porque "la sucesión de Mariano Rajoy está en otra generación".
Por las reformas
En cuanto al resto de temas de actualidad, Gallardón no elude ninguno de los temas en el candelero, empezando por la cuestión de los presos de ETA, en la que también es rotundo: "El Gobierno no se plantea ningún indulto a ningún preso de ETA".
No lo es tanto, en cambio, en lo que se refiere a la ilegalización de las franquicias de Batasuna, respecto de lo cual se limita a decir que el Gobierno estará "pendiente de que el Constitucional resuelva la sentencia de Sortu. Esa sentencia dirá cuál es el camino que debemos seguir".
Por último, también es preguntado por el cambio que ha anunciado en el sistema de elección de los miembros del Consejo General del Poder Judicial, ante lo que el ministro dice que el actual modelo "no ha funcionado como se pretendía, el sistema ha fracasado".