A primera hora de la tarde, Griñán llegó "tranquílísimo" tras una siesta de "dos horas y media". Nada más lejos de la realidad. Dentro del Hotel Renacimiento se encerró con los suyos en una sala en la que no apartó los ojos de las pantallas de televisión que anunciaban el ecrutinio. "Ahí dentro a alguien le va a dar algo", decían entre bromas dirigentes del PSOE andaluz a Libertad Digital al otro lado de la puerta. Aunque pasado el 70% escrutado reconocían que el estado de ánimo ya no era el del inicio de la jornada: "Estábamos desmoralizados, pero ahora ya empezamos a sonreir".
Sonrisas que comenzaron a dibujarse en los rostros de los dirigentes socialistas a medida que avanzaba el escrutinio. "Prudencia" era la consigna coincidente en la secretaria de organización del PSOE de Andalucía, Susana Diaz, y la consejera de Presidencia de la Junta, Mar Moreno, en sendas comparecencias ante los medios en las que su rostro delataba de oreja a oreja que el PP no tenía la mayoría absoluta. Las sospechas se confirmaron con la comparecencia del dirigente popular, Antonio Sanz. "¡Sólo había que ver su cara! Han perdido la mayoría absoluta".
Mientras unos repetían el manido mantra socialista de "hay partido", otros se lanzaban ya a hacer sangre con el candidato del PP -"Ay, que prontito se va a ir Arenas de ministro..."-. Lo que llegó justo después: los abrazos, besos, sonrisas, ovaciones, aplausos y lágrimas, pero todas de emoción. El candidato socialista a la Junta, José Antonio Griñán, recibió la primera ovación, de las muchas que le obsequiarían en la noche electoral, justo antes de su exultante comparecencia ante los medios de comunicación en la que aprovechó para lanzar un mensaje velado a los pésimos resultados electorales de su secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, con quien ha mantenido tensiones en los últimos días ante la mayoría absoluta del PP que auguraban todas las encuestas. "Hemos recuperado en buena parte la confianza perdida las elecciones generales del 20-N", ha dicho en clara alusión a Rubalcaba que obtuvo el peor resultado en la historia del partido al colocarlo en los 110 escaños en el Congreso.
El líder andaluz comenzó dando las gracias a los andaluces por "demostrar que su corazón está lleno de agradecimiento y han vuelto a otorgar un gran respaldo al PSOE de Andalucia". Y, en segundo lugar, agradeció a los militantes y dirigentes del PSOE por haber hecho una campaña "extraordinaria" y por "haber vuelto a demostrar que este partido cuando afronta momentos difíciles siempre se crece".
Entre vítores, aplausos e interrupciones, concluyó con una remake del 'Sevilla tuvo que ser': "Me vais a permitir que os diga que Sevilla nunca falla", y con un mensaje final de ánimo para los presentes en el Hotel Renacimiento sevillano: "¡Asi que Podéis iros tranquilos a descansar!". La negativa de la militancia tronando al unísono un ruidosos "¡nooooo!" arrancó de su presidente un último mensaje: "¡O a lo que os de la gana porque esto ha sido un gran día! ¡muchas gracias!”.
Así las cosas, la derrota con sabor era a victoria del PSOE era cuestión de horas. Su pacto con IU, una realidad sin concreciones a la que la vicesecretaria general del PSOE, Elena Valenciano, se refería desde Ferraz al hablar de "gestionar los resultados". Aunque el grueso de su rueda de prensa en Ferraz, 70 fue para hablar del "fracaso del Gobierno de Rajoy y de su política" porque "han bastado 1000 dias para que la flecha hacia arriba se convierta en una flecha hacia abajo". Valenciano ha explicado que los ciudadanos "han castigado al PP por su engaño durante la campaña electoral y los ciudadanos solo han necesitado cuatro meses para darse cuenta de eso".
Mientras las celebraciones se sucedían en Sevilla, en Madrid comenzaron a organizar la la Ejecutiva Federal de este lunes tras las que comparecerá a las 13:30 Alfredo Pérez Rubalcaba. No sin antes reconocer lo que es evidente para todos: "No lo esperábamos de ningún modo", decía un alto cargo en Ferraz 70.