Lo del candidato a la alcaldía de Sevilla por IU, y actual teniente de alcalde del Ayuntamiento de Sevilla en el gobierno de coalición con el PSOE, Antonio Rodrigo Torrijos, va a superar algún Guiness de la desfachatez política. A lo largo de sus mandatos, Torrijos ha despedido sin razón a disidentes en empresas públicas, ha aplaudido la prohibición de homenajes literarios, como el que iba a tributarse a Agustín de Foxá, o ha intervenido en mariscadas gigantescas con dinero de la empresa pública Mercasevilla, entre otras muchas cosas.
Ahora, riza el rizo al descubrirse que la venta ambulante paga sus tasas a una asociación impuesta por él mismo pero no a las arcas municipales de Sevilla. Esto es, Torrijos suplanta a la Hacienda Pública Local con un fisco paralelo y recauda un dinero que..¿dónde va?
Lo denuncia hoy ABC con todo detalle. Al parecer, personas ajenas al Ayuntamiento cobran en los mercadillos el impuesto local y expiden las licencias mientras que en el presupuesto municipal no se especifican los ingresos por esta actividad.
Cuenta el diario sevillano que "las licencias para ejercer la venta ambulante en los mercadillos de Sevilla no están expedidas directamente por el Ayuntamiento. El delegado de Infraestructuras para la Sostenibilidad, el comunista Antonio Rodrigo Torrijos, decidió ceder la gestión de dichos mercadillos a dos asociaciones y son éstas las que se encargan de cobrar las tasas y entregar las acreditaciones a los vendedores, en las que se incluye el membrete municipal pese a que ningún departamento público las supervisa".
Los nombres de las asociaciones son Asociación de Comerciantes Ambulantes (ACA) y Asociación de Vendedores Ambulantes Madre de Dios (AVAM) y ambas se reparten los mercadillos gracias al acuerdo con Torrijos. No se sabe si el alcalde de Sevilla y otras autoridades como la Fiscalía de Sevilla, por ejemplo, estaban enteradas de este singular procedimiento.
La foto del cobro la ha tomado ABC:
Su modus operandi es el que sigue: varias personas van puesto por puesto del mercadillo exigiendo el pago a cada vendedor y expidiéndole un recibo con la cantidad entregada. "Al final del año, cada uno tiene que haber pagado 600 euros. Sin embargo, la ordenanza fiscal del Ayuntamiento recoge claramente que la tasa impuesta para el ejercicio de la venta ambulante es de 0,54 euros por metro cuadrado y día. Teniendo en cuenta que los puestos tienen una media de diez metros cuadrados y que los mercadillos se montan una vez a la semana, es decir, a lo largo de 52 días, el pago anual que está obligado a realizar cada vendedor es de 280 euros, aproximadamente".
¿Dónde va el resto del dinero?
Sólo si se montan los sábados y los domingos, la tarifa es de 120 euros cada trimestre. Esto es: 480 euros al año.
Sin embargo, las dos asociaciones que actúan al dictado de Torrijos cobran 600 euros por decisión de sus directivas.
Y nadie puede saber dónde va el dinero y si efectivamente va a las arcas municipales porque estos ingresos están mezclados contablemente con la colocación de andamios, cubas de obra, veladores, rodajes cinematográficos...
Según ABC, los dueños de los tenderetes pagan a ACA o a AVAM, en función de donde monten el puesto, y reciben la licencia municipal de manos de ellos. Por si fuera poco, la delegación de Torrijos permitió que los directivos de ACA, Amaro Jiménez y Manuel Cuadri, trabajaran desde las instalaciones de la propia Gerencia hasta que lograron su sede actual en San Jerónimo.
A los vendedores extranjeros les va aún peor, porque pagan una tasa diaria a unos cobradores no identificados, algunos de ellos guardias civiles retirados o policías nacionales. El que no paga es expulsado del mercadillo. Cuando han recaudado el dinero, llega una furgoneta y se lo lleva. ¿Con destino a dónde?